Landon Thomas Jr.

Anshu Jain, quien se viera obligado a abandonar el puesto más alto en el Deutsche Bank después de una serie de encontronazos con entes regulatorios, se unirá este mes a la firma comercial privada Cantor Fitzgerald como presidente del grupo.

El nombramiento, anunciado en un correo electrónico interno este día de Año Nuevo por el presidente y director ejecutivo de Cantor, Howard Lutnick, ocurre 18 meses después de que Jain –obligado– dimitiera de su trabajo como copresidente del banco más grande de Alemania tras el crecimiento de las preocupaciones acerca de la salud financiera del Deutsche y de las muchas investigaciones que estaba enfrentando. El lunes, una portavoz de Cantor confirmó la designación.

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Jain, de 53 años, formaba parte de un pequeño grupo de ejecutivos de Merrill Lynch que fueron persuadidos a unirse al Deutsche en 1995, con el mandato de construir un banco de inversión que desafiaría a grandes empresas como Barclays, Goldman Sachs y JPMorgan Chase.

La división de mercados globales del Deutsche haría exactamente eso durante sus primeros 10 años de existencia, convirtiéndose en un líder en el mercado de los derivativos, productos de renta fija y la compra y venta de divisas extranjeras.

Pero su temeraria cultura de perseguir beneficios y riesgos –y pagar a sus banqueros y comerciantes magníficas sumas a lo largo de ese camino– resultó en la destrucción de dicha división en los años posteriores a la crisis financiera.

El Deutsche Bank se convirtió en uno de los principales objetivos de los reguladores de todo el mundo y fue penalizado como principal infractor en dos de los mayores escándalos financieros de la época: venta de hipotecas tóxicas a inversores y manipulación de las tasas de interés de referencia en Londres.

Muchas otras empresas en el Deutsche bajo la supervisión de Jain terminaron pagado multas o están bajo investigación por cargos que incluyen evaluaciones erradas de posiciones de derivativos y actividades de lavado de dinero en Rusia.

Como presidente del grupo, Jain, de hecho, se convertirá en el socio de Lutnick, ayudándolo a supervisar los diversos negocios de Cantor y, de una manera clave, proporcionando ideas estratégicas. De acuerdo con una portavoz de Cantor, Jain no tendrá un grupo de ejecutivos que lo informen. En lugar de eso, él establecerá estrategias y se comprometerá con clientes a un nivel superior.

Lutnick dijo que la contratación de Jain es "un paso fuerte en la ampliación de nuestra franquicia".

"Él trabajará junto a mí, como socio, mientras ampliamos nuestra presencia global y sostenemos el impulso de la firma", expresó Lutnick.

Los dos hombres han sido amigos durante años y en ocasiones incluso han pasado vacaciones juntos.

Personas que conocen bien a Jain dicen que no les sorprende su pronto regreso a las líneas del frente en el mundo de las finanzas. Desde el primer momento de su carrera, se había visto a sí mismo como un director ejecutivo de Wall Street, con el clásico estilo de ejercer poder e influencia de manera indiscutible.

El Deutsche fue el centro de ese sueño y a lo largo del camino rechazó muchas ofertas para salir de esa institución y unirse a bancos rivales.

Pero su mandato de tres años como líder de dicho banco estuvo marcado por repetidos contratiempos en un nuevo entorno que premiaba la rectitud financiera, dañando la reputación tanto del Deutsche, como de Jain.

Aunque su sucesor en el banco alemán, John Cryan, ha mantenido la estructura básica del banco de inversión que Jain ayudó a formar, señaló que, bajo su administración, el Deutsche será una institución diferente, cultural y éticamente.

En muchos sentidos, convertirse en presidente de Cantor Fitzgerald será un paso hacia abajo para alguien como Jain.

Una empresa privada con experiencia en el comercio de valores de renta fija y el servicio de fondos de cobertura, Cantor no es el coloso global que fue el Deutsche durante su apogeo o, incluso, hoy algo más disminuido.

Nacido en la India, Jain construyó su reputación en el Deutsche desde su experiencia en la venta de valores complejos de alto margen para los fondos de cobertura y otros inversionistas amantes del riesgo. En ese sentido, sus talentos serán un buen ajuste para los negocios y para los fondos de alto riesgo de Cantor.

Sin embargo, se plantean interrogantes acerca de la capacidad de Jain para trabajar durante un largo período como ejecutivo N° 2. Siempre se ha considerado a sí mismo como el sucesor natural de cualquier director ejecutivo y tiene una historia de disciplina para esperar la subida al puesto principal, como lo hizo con Josef Ackermann, director ejecutivo del Deutsche del 2002 al 2012.

Lutnick es un líder fuerte que ha sido presidente de la firma desde 1996. Se hizo famoso por sus esfuerzos para mantener a su empresa en marcha después de que perdió cerca de dos tercios de sus empleados durante los ataques del 11 de septiembre. Cantor tenía sus oficinas en los últimos pisos de la torre norte del World Trade Center.

Sigua a Landon Thomas Jr. en Twitter @landonthomasjr.

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