En el vaivén de las fiestas de fin de año, pensando en qué vestir, qué cenar, con quiénes pasar y a qué fiesta del momento ir a celebrar, existe un grupo de personas que más bien está pensando en las obligaciones laborales que les tocará la madrugada del año nuevo. Por Silvia Velázquez (svelazquez@lanacion.com.py).

Guardias de seguridad, playeros, cajeros, médicos, bomberos, enfermeras, periodistas, policías, cocineros, mozos son algunas de las profesiones que deben pasar estas fechas tan simbólicas, trabajando.

El director del Hospital de Barrio Obrero, José Darío Ramírez, recordó sus inicios en la medicina. Afirmó que después de tantos años en la profesión ya casi está acostumbrado al hecho de trabajar en fechas especiales.

"Como todo médico, hace años me he iniciado haciendo guardias. Conozco cada uno de los diferentes niveles por los cuales vamos cursando a lo largo de esta carrera y de algún modo, uno se acostumbra".

Agregó que es una situación muy peculiar, ya que su esposa también es médica y en diversas ocasiones, tuvieron que pasar ambos trabajando en diferentes lugares en fechas especiales.

"Mi señora también es médica, nos ha tocado a ambos ocasionalmente estar separados en estas fechas. De este modo también se genera una suerte de crecimiento familiar. Todos forman parte de esto. Nuestros hijos, nuestros padres, nuestros hermanos, que poco a poco van viviendo, a la par que nosotros, esta situación con la medicina".

Son 55 personas entre médicos, enfermeros, guardias de seguridad y atención quienes estarán trabajando en los servicios del Hospital de Barrio Obrero, como así también en otros centros asistenciales del país.

"Preparamos una cena en Navidad y de Año Nuevo que incluye una variedad de menú como para que en lo posible se sientan en familia. El ambiente está decorado también para dar un toque alegórico y generar un ambiente confortable y ameno para nuestros trabajadores y pacientes", agregó el director general del Hospital Bº Obrero.

De 100 camas disponibles en el hospital, hoy están ocupadas con 60 pacientes que recibirán allí el 2017.

Por su parte, Adriana (21) es cajera de una estación de servicio. Dijo que está muy contenta porque este año pasará con su familia las doce, pero el año pasado le tocó hacer guardia.

"Fue mi primer año trabajando y tuve que pasar la Navidad y el Año Nuevo trabajando. Junto con los playeros, estábamos cuatro personas en total. Nos juntamos y brindamos, pero no es lo mismo. La gente llegaba y amablemente nos felicitaba por año nuevo, pero en realidad lo único que yo quería era llorar. Quería estar con mi familia", recordó.

En el hospital de Clínicas también preparan un menú muy especial para pacientes, familiares y personal de guardia.

El jefe de cocina de Clínicas, Carlos Giménez, explicó que elaboraron 1.200 platos para el almuerzo y cena tanto del 31 de diciembre como del 1 de enero para médicos, enfermeros, pacientes y familiares, de manera a generar también un ambiente especial y festivo para los que deban trabajar.

La licenciada en enfermería Natalia Caballero, de la Terapia Intensiva Adultos del Instituto de Previsión Social, lleva 11 años trabajando en los hospitales, de los cuales solo tres pudo pasar las fiestas con su familia.

"Estoy preparándome para lo que será la guardia de esta noche. A través de los grupos de WhatsApp nos organizamos para la cena. Cada uno tiene que llevar algo para compartir", cuenta a La Nación.

La mayoría de los enfermeros y enfermeras, prepara su uniforme blanco nuevo precisamente para recibir al año nuevo. Se encargan -aparte de las labores propias de la profesión- de preparar el ambiente dentro de la terapia, como para que los familiares puedan pasar las doce con sus pacientes.

"De entrada tratamos de agilizar la mayoría de las actividades como para que allá por las 22, 23 esté todo listo para que los familiares ingresen. Como los pacientes están lejos de ellos, en esta noche especial preparamos el lugar para que puedan ingresar y pasen las 00 junto con ellos y nosotros también", comentó la licenciada.

Son 22 enfermeros y enfermeras quienes estarán la noche trabajando en la terapia intensiva del IPS, con los médicos, limpiadores y guardias.

La enfermera terminó la conversación afirmando que el trabajo es la segunda familia, por eso en estas fechas, lo mejor es tener una actitud alegre y estar agradecidos.

"El trabajo es la segunda familia. Tratamos de hacer siempre algo distinto, parece algo un poco triste, los familiares a veces te llaman y lloran, pero nosotros tratamos de hacer pasar. Nos sentimos tranquilos, hacemos lo más alegre posible el ambiente. Tomamos con mucha alegría, porque de lo contrario es peor. Nos preparamos con cosas especiales que no solemos tener en las otras guardias, por ejemplo gaseosas, helados, para que sea una noche especial", finalizó.