Steven Davidoff Solomon

© The New York Times 2016

Ya es hora de que dejemos de vapulear a Yahoo.

Invitación al canal de WhatsApp de La Nación PY

Con la reciente revelación de un ataque cibernético más contra Yahoo, ataque que podría afectar a más de mil millones de cuentas, Verizon Communications reiteró que podría tratar de renegociar su oferta de adquirir a la acosada compañía de Internet por 4.800 millones de dólares. Se especula incluso que la compañía podría tratar de retirarse del acuerdo.

Y como se trata de Yahoo, analistas del mercado y opinólogos le han echado montón. Jim Cramer de CNBC, por ejemplo, dijo que "nadie puede culpar" a Verizon por querer abandonar el acuerdo. Shira Ovide, columnista de Bloomberg, también apoyó la idea de la retirada de Verizon y llamó a Yahoo "la compañía más desafortunada de la industria tecnológica".

Toda esta gente está convencida de la narrativa facilona de que Yahoo es la fracasada de la industria de la tecnología, incapaz de mantenerse a la altura de los recién llegados como Snap. Su conclusión es que Yahoo simplemente está recibiendo lo que merece a medida que desaparece su negocio central y la compañía se somete a frecuentes cambios de administración. La actual directora general, Marissa Mayer, es la más reciente.

Pero si escarbamos en los números de Yahoo, el negocio se está estabilizando después de haber sufrido una rápida declinación. Y todavía no ha habido ninguna indicación de que los ataques cibernéticos hayan afectado materialmente las ganancias o los ingresos de Yahoo.

Dado esto, parece que son exagerados los comentarios de que Verizon podría desdecirse del acuerdo con Yahoo.

Reconozcámoslo, el ataque más reciente contra Yahoo parece terrible a primera vista. El 14 de diciembre, Yahoo anunció que parecía que "terceras partes no autorizadas" habían robado información de usuario de mil millones de cuentas en el 2013. Menos de tres meses antes, el 22 de setiembre, la compañía había revelado una incursión ocurrida en el 2014 en la que se robaron 500 millones de cuentas.

Son cifras enormes, pero hay que ponerlas en perspectiva. Llegados a este momento de la historia, ha habido numerosos robos digitales de información, por ejemplo, en el Comité Nacional del Partido Demócrata. No se sabe en realidad cómo reaccionan los usuarios a este tipo de revelaciones. En su reporte de ganancias del tercer trimestre, Yahoo observa que el tráfico en su sitio aumentó ligeramente aun después de que se reveló la intrusión cibernética del 2014. Es demasiado pronto para conocer los efectos del anuncio de diciembre, pero no hay razones para pensar que será diferente. Parece que a estas alturas, la gente se ha vuelto inmune a ese tipo de noticias.

Yahoo devengó 229 millones de dólares en el tercer trimestre, antes de ingresos, impuestos, depreciación y amortización, con ingresos de 858 millones de dólares (ambas cifras están ajustadas para tomar en cuenta los costos de adquisición y otras ganancias de una sola vez).

Esas cifras fueron consideradas bastante buenas, dentro del rango medio de los cálculos de Yahoo para el 2016. El flujo de caja libre de Yahoo fue también de 167 millones, muy por encima de los 18 millones de dólares del mismo periodo del año anterior. Mayer ha tratado de dirigir el negocio de Yahoo en lo móvil, el video, lo nativo y lo social, lo que se llama en conjunto "mavens". Los ingresos de los mavens pasaron de casi nada en el 2012 a 385 millones de dólares en el tercer trimestre del 2016. Una reducción de 4% respecto del 2015, pero debido en gran medida debido a la declinación del video, mientras los otros tres segmentos registraron un crecimiento modesto.

Dados los más de mil millones de usuarios mensuales activos de Yahoo y de que hay mucha incertidumbre en torno de su negocio, es difícil no ver que el trato con Verizon es una ganga a 4.800 millones de dólares. Snap, por ejemplo, tiene solo 150 millones de usuarios activos y se está diciendo que saldrá a bolsa con una evaluación de 25.000 millones de dólares, 25 veces la previsión de sus ingresos (el precio de adquisición de Yahoo es de solo una seis veces sus ingresos actuales).

Y aun si Verizon se arrepintiera de adquirirla, va a tener muchos problemas para retirarse de este acuerdo desde el punto de vista legal. Conforme al acuerdo de adquisición, Verizon puede cancelar la compra solo si existe lo que se llama efecto material adverso en Yahoo. Este es un término definido en el acuerdo de fusión que le permite a Verizon renunciar al acuerdo si algo materialmente adverso le sucede a Yahoo y el evento no le fuera comunicado a Verizon antes de firmar el acuerdo. Si esto cumple o no con la definición es una cuestión legal que le tocará decidir a una corte de Delaware, que examinará si el ataque cibernético fue de largo plazo y duradero. Esto es un umbral muy alto, no es por coincidencia que la corte de Delaware nunca haya determinado que exista un efecto material adverso.

Pero en el caso del ataque contra Yahoo, no parece que se haya alcanzado ese umbral.

Es poco probable que el tribunal de Delaware considere que el costo real de la intrusión sea un efecto material adverso pues no hay antecedentes de que ese tipo de robos hayan resultado costosos para las grandes compañías afectadas.

Por ejemplo, en el 2013, Target anunció que le habían robado información de tarjetas de crédito de decenas de millones de clientes. Eso le costó a Target unos 252 millones de dólares, pero una reducción fiscal y el seguro redujeron el costo a 105 millones. Los litigios entablados por los clientes se arreglaron por 10 millones y las demandas de bancos y compañías de tarjetas de crédito afectadas por la intrusión se arreglaron por 100 millones. Sony gastó 35 millones de dólares para restablecer sus sistemas después del hackeo que sufrió en el 2014. Otras grandes intrusiones en LinkedIn y Home Depot fueron aún menos costosas en relación con los miles de millones de dólares en ingresos anuales que tienen esas empresas.

Es difícil imaginar que Yahoo incurrirá en costos mayores. Esas violaciones ocurrieron hace más de tres años. Es difícil, si no imposible, saber o rastrear si tuvieron efectos adversos dado el paso del tiempo. Y aunque pudieran rastrearse los efectos, la información robada en muchos casos es obsoleta o irrelevante. Yahoo precisó que consistía en nombre, dirección electrónica, número de teléfono, fecha de nacimiento, contraseña y posiblemente la respuesta a la pregunta de seguridad. Pero a excepción de la fecha de nacimiento y el nombre, claro, muchos de eso datos han cambiado en estos últimos tres años.

Por supuesto, esto no quiere decir que Verizon no esté buscando la posibilidad de aplicar la cláusula de efecto material adverso para modificar los términos del convenio. Esa es la primera lección de la estrategia de fusiones y adquisiciones. Lo más probable es que Verizon solicite tanta información como sea posible, para frenar las cosas y poner nerviosa a Yahoo. Y siguiendo el manual, posteriormente dirá que Yahoo no está cumpliendo con esas solicitudes de información. Eso es probablemente lo que esté sucediendo tras bambalinas.

Si Verizon va a aplicar esa estrategia, lo hará para persuadir a la junta directiva de Yahoo de que recorte de mil a dos mil millones del precio de acuerdo, solo para acabar con el asunto. La capitalización de mercado de Yahoo es de 36.900 millones de dólares –gracias a que posee un interés minoritario en la compañía china de comercio electrónico Alibaba– por lo que mil millones es un simple error de redondeo.

Por lo tanto, las partes tienen incentivos para volver a establecer el acuerdo y bajar el precio o hacer que Yahoo asuma explícitamente las responsabilidades directas derivadas del hackeo. En el caso de Yahoo, el mayor incentivo es simplemente ponerle fin a esta pesadilla y seguir adelante.

Pero yo espero que Yahoo se mantenga firme. De todos los negocios de la primera Internet –Lycos, Kozmo.com, broadcast.com, pets.com–, Yahoo y Amazon son los únicos que siguen en pie. Es un crédito para esas compañías pero también es testimonio de que, pese a todas sus fallas, Mayer ha estabilizado un negocio en problemas. Y si los usuarios de Yahoo creen de veras en eso, Verizon no tendrá donde sustentarse.

Si Yahoo se mantiene firme ahora y no salen a la luz más hechos malos, Verizon tendrá que cerrar el trato o ser obligado a cerrarlo por un tribunal. Que Yahoo no haya entablado demanda para forzar el cierre del acuerdo muestra lo tímida que se ha vuelto para recurrir a la fuerza.

El resto de nosotros tendrá que esperar. Entre tanto, debemos cambiar nuestra contraseña.

(Steven Davidoff Solomon es profesor de derecho en la Universidad de California en Berkeley).

Dejanos tu comentario