Los Ángeles, Estados Unidos. AFP.

Carrie Fisher heredó el talento artístico de su madre.[/caption]

Famosa por "Cantando bajo la lluvia" y la escandalosa traición que acabó con su matrimonio, la leyenda Debbie Reynolds murió el miércoles, un día después del fallecimiento de su hija Carrie Fisher.

La estrella de los años dorados de Hollywood, que actuó en unas 30 películas entre 1950 y 1967, sufrió un accidente cerebrovascular un día después de la muerte de su hija, que encarnó la legendaria princesa Leia en "La guerra de las galaxias", informó la prensa especializada.

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"Ella quería estar con Carrie", dijo su hijo Todd Fisher, citado por la revista especializada Variety, horas después de que, desconsolada por la muerte de su hija, colapsara y fuera hospitalizada.

"Hemos perdido a un talento único y a un tesoro nacional. Siendo tan pronto luego de la muerte de su hija, Carrie Fisher, esto es realmente una doble tragedia", declaró Gabrielle Carteris, presidenta del Screen Actors Guild, el sindicato de actores, en un comunicado.

"Su huella en nuestra cultura es profunda y ambas vivirán siempre".

Carrie Fisher murió el martes cuatro días después de sufrir un infarto en un vuelo entre Londres y Los Ángeles. Reynolds, de 84 años, estaba de hecho en casa de su hijo Todd para discutir los arreglos del funeral de Carrie.

Reynolds –distinguida el año pasado por la Academia con el Premio Humanitario Jean Hersholt– cautivó a las audiencias por primera vez en 1952 con su actuación en "Cantando bajo la lluvia", que protagonizó con Gene Kelly a pesar de no ser bailarina profesional.

Fuera de la pantalla, Reynolds protagonizó un drama de película.

Estuvo brevemente casada con el padre de Carrie, el cantante Eddie Fisher. El matrimonio de apariencia perfecta acabó cuando el intérprete dejó a la actriz para correr a los brazos de su mejor amiga, el ícono Elizabeth Taylor, en que fue considerado el escándalo del siglo XX en la década de 1950.

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