• Por Luis Eduardo Sánchez
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Velocidad, estética y agresividad son las palabras claves para los nuevos monoplazas que se presentarán para el año que viene. Después de varios años experimentales, la F1 vuelve a cambiar una vez más y esperamos que esta vez para mejor.

En el año 2009 vimos uno de los cambios más violentos en muchos años cuando los alerones delanteros y traseros crecieron de ancho y altura respectivamente, los autos se volvieron más grandes, más pesados y todos los comparábamos con máquinas de afeitar. En esa época seguían llevando los motores V8 y la escudería Brawn sorprendió a todos con su campeonato para luego darle paso a 4 años de victorias de Red Bull al hilo.

En el 2014 tuvimos otro gran cambio en los monoplazas, y esta vez no se vio tanto en el chasis, más allá de los alerones delanteros que por una cuestión de seguridad decidieron volver a las narices bajas para evitar accidentes peligrosos que comprometían a los pilotos.

Pero por dentro si tuvo un cambio radical, se inició la era híbrida donde los coches cambian los motores tradicionales atmosféricos V8 a las nuevas "Unidades de potencia", más complejas y formadas por motores V6-Turbo además de sistemas eléctricos que daban más fuerza al auto creando energía con los frenos y el propio movimiento de la hélice del turbo, que se guardaban en baterías, sumándose las reglas de consumo de combustible, que solo se podía usar hasta un punto específico para su ahorro. Electricidad y software sumado a los pequeños motores V6 cambian completamente las formas del auto y despiden a los ruidosos coches de antes dando la bienvenida a una nueva era.

Mercedes arrasa con estos nuevos modelos y los últimos 3 años se llevan todo. Los demás equipos no pudieron darle la fuerza a sus coches para poder competir contra ellos. Ni Ferrari, ni Renault y la nueva Honda han podido pisar los talones al equipo alemán. Pero este 2017 se vienen nuevos cambios para buscar ese equilibrio en el campeonato. Y ya no se trata de motores nada más.

Aunque se mantienen el modelo híbrido V6-Turbo, el año que viene se introduce una reducción de costes en el desarrollo de los motores buscando la igualdad de rendimiento en un 2% entre todos los proveedores, buscando una eficiencia que diferencie solo de 3 décimas entre todos. Se busca lograr más sonido y sobre todo la obligación de suministrar motores a todas las escuderías que lo necesiten, para evitar el problemón de Red Bull en el 2016.

El gran cambio vendrá también acompañado por los nuevos neumáticos Pirelli, que nos recordará a los autos de los setentas con gomas mucho más anchas para aumentar el agarre mecánico en las curvas. Este cambio sería clave para materializar la reducción de tres segundos por vuelta que barajan en Pirelli.

También tendremos chasis más anchos, con una distancia de 2 metros entre sus extremos. Se repetirían así las medidas de los coches utilizados hasta el año 1997.

Un alerón trasero más ancho con un eje de gravedad más bajo, emulando así el clásico concepto de la década de los 90 y principio de los 2000. Más carga aerodinámica generada a través del suelo, lo cual reduciría la importancia del alerón delantero como elemento diferenciador en el rendimiento de los monoplazas.

Así serán los nuevo F1, que a simple vista parece que por fin serán más rápidos y más bellos. Ojalá que nos den espectáculo y carreras más equiparadas, aunque todo apunta a que Mercedes nuevamente sea el dominador absoluto. ¿Y a vos?¿Te gustan los nuevos modelos?