Desde hace poco más de medio siglo la tradición de instalar pesebres en el barrio Santísima Trinidad de Asunción sigue viva, gracias a una veintena de familias que continúan con la costumbre en sus hogares. Según relatos las imágenes y figuras, integrantes del pesebre navideño, son reliquias heredadas por generaciones.
Los orígenes de la antigua tradición de armar el Pesebre en Paraguay se remontan a los tiempos remotos, sin embargo, esta costumbre sigue latente en las familias paraguayas y cada vez son más típicos los establos con temáticas diferentes e inclinadas hacia el folclore guaraní.
La calle Espíritu Santo, en la altura de la cuadra de Santísimo Sacramento y Juan Pablo Carrillo, fue bautizada como el "camino de los pesebres" o "barrio de los pesebres" ya que en esta zona un grupo de familias montan el pesebre en diferentes tamaños y temáticas. Uno de los más antiguos está ubicado en la casa de la familia Soler, según relata la señora Fermina Soler (82). "Hace 60 años que mi familia y yo montamos este pesebre, cada año en diferentes temáticas y, en este decidimos presentar un estable entre rocas y cuevas", indicó.
Maricha Heisecke Benítez(62), directora del Taller de Expresión Infantil y Juvenil (TEIJ) cada año prepara un concurso de pesebres. Este año fue en homenaje a Julián Burgos, uno de los propulsores de la iniciativa. Resultó ganador el retablo temático de doña Nidia Valiovera de Foth.
"Lo trajeron los inmigrantes de nuestro barrio, a principios de 1900, que son italianos y españoles y se instaló la tradición. Trabajamos para no perder esta linda costumbre de nuestros abuelos y padres. Este año se homenajea a don Julián Burgos, antiguo vecino que falleció este año. Y su familia prosigue la tradición, doña Nancy Turlan es su hija", indicó Maricha Heysecke.