Milán, Italia. AFP.

La muerte del presunto autor del atentado en Berlín, el tunecino Anis Amri, abatido en un tiroteo con la policía la madrugada del viernes en Milán, norte de Italia, puso fin a cuatro días de caza al hombre en Europa. Amri, de 24 años, era el principal sospechoso del ataque el lunes a un mercado navideño de Berlín que causó la muerte de 12 personas y 50 heridos, reivindicado sucesivamente por el grupo yihadista Estado Islámico (EI).

La agencia de propaganda Amaq, ligada a EI, anunció este mismo viernes en Beirut que el hombre abatido en Milán era el autor del atentado de Berlín y divulgó un video en el que jura lealtad al grupo yihadista. "Fue por casualidad que lo descubrimos durante un control rutinario, parece absurdo pero es la verdad", admitió el jefe de la policía de Milán, Antonio de Iesu.

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El ministro italiano de Interior, Marco Minniti, confirmó que "sin ninguna sombra de duda" el muerto en el tiroteo era el tunecino Amri, uno de los hombres más buscados en Europa. La identificación del sospechoso se hizo a través de las huellas dactilares, las mismas encontradas en el camión utilizado para el ataque del lunes al mercado navideño de Berlín.

Los investigadores descubrieron en el camión el documento de identidad del tunecino el martes por la mañana y sucesivamente expidieron una orden de detención a los diferentes servicios de policía de Europa. "No tenía papeles, era un fantasma", contó Iesu. "Solo cargaba el arma con la que disparó, no tenía móvil, llevaba un pequeño cuchillo y unos pocos cientos de euros", explicó en una conferencia de prensa.

"ESTABA TRANQUILO"

Según el relato de la policía, Amri "estaba tranquilo", pero cuando se le pidió vaciar la mochila que cargaba, con un gesto repentino, sacó una pistola calibre 22 "ya cargada, lista para su uso, y disparó", hiriendo a uno de los dos agentes en un hombro.

El otro policía, el agente a prueba de 29 años, Luca Scattá, disparó contra Amri, que se había refugiado detrás de un auto, hiriéndolo en un costado, disparo que causó su muerte después de 10 minutos. "Guardamos la máxima atención, ninguna amenaza será subestimada", advirtió satisfecho en Roma el primer ministro Paolo Gentiloni.

Italia reforzó las medidas de seguridad y miles de policías, carabineros y fuerzas de seguridad, entre ellos soldados, han sido desplegadas en lugares claves ante el temor de atentados durante las fiestas.

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