El conductor polaco del camión que embistió un mercado de Navidad, el lunes en el atentado de Berlín, luchó hasta el final contra el terrorista que finalmente le quitó la vida y mató con el vehículo a otras once personas.
Según las informaciones de los medios alemanes, Lucas Urban de 37 años, recibió varias puñaladas durante la lucha que mantuvo con el terrorista en el interior de la cabina. Al parecer, según el diario Bild, el hombre todavía estaba vivo cuando el camión arrolló el mercadillo navideño y causó la masacre.
Diversas informaciones apuntan que murió a causa de un disparo con un arma de pequeño calibre. El terrorista, o terroristas, a los que las autoridades tratan de dar caza, todavía tienen el arma en su poder.
El cuerpo sin vida del polaco fue encontrado en la cabina del camión con el que transportó una carga desde Italia hasta una empresa en Berlín, después de lo cual planeaba volver a su país para reunirse con su mujer y su hijo de 17 años. "Su rostro estaba ensangrentado, hinchado, como si hubiera peleado por su vida hasta el final", cuenta Ariel Zurawski, primo de Urban y propietario de la compañía de transportes.
Él fue quien confirmó, por fotos que la policía alemana envió a la polaca, que el cuerpo hallado en el interior del camión era el de su primo. Zurawski, dueño de 8 camiones, cuenta que intuyó que algo iba mal cuando no lograba contactar con su primo desde la tarde. "Cuando recibí la noticia de que mi camión circulaba por la noche por Berlín, supe que había pasado algo malo", relata el transportista.
En ese momento, su conductor debería estar descansando. Al referirse a su primo, Zurawski dijo que era un conductor experimentado, responsable y una buena persona. La familia está conmocionada. El padre de su primo tuvo que ser ingresado por la noche en el hospital donde le dieron fuertes tranquilizantes, cuenta Zurawski. Su primo estaba casado y tenía un hijo de 17 años.