El juez Sergio Moro, a cargo de los juicios a personas sin fuero privilegiado, aceptó este lunes una nueva inculpación, la quinta, contra el ex presidente de izquierda Luiz Inácio Lula da Silva, bajo los cargos de corrupción pasiva y lavado de dinero.
Según esta última denuncia, Lula participó en una red que desviaba de 2% a 3% de los contratos firmados entre Odebrecht y Petrobras. El monto total de los desvíos superaría los 75 millones de reales (unos 22 millones de dólares al cambio actual). El ex sindicalista niega terminantemente cualquier implicación y denuncia un encarnizamiento judicial en su contra, para impedir su eventual candidatura en las presidenciales del 2018.
En la misma causa que Lula fueron involucradas otras ocho personas, entre ellas su abogado Roberto Teixeira, su esposa Marisa Letícia y el ex presidente de Odebrecht Marcelo Odebrecht.
LA ANTERIOR INCULPACIÓN
La fiscalía de Brasil presentó el pasado jueves 15 de diciembre cargos contra el ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2010), acusado de corrupción y lavado de dinero en el esquema de desvíos de dinero en Petrobras.
Los fiscales lo acusaron entonces de "corrupción pasiva y lavado de dinero" por aceptar sobornos de parte de la gigantesca constructora Odebrecth a cambio de apoyo político para que la empresa obtuviera contratos con Petrobras. Los sobornos fueron disfrazados mediante la compra de un terreno –destinado a construir el Instituto Lula, creado por el ex mandatario cuando dejó la presidencia– y un apartamento en San Pablo, afirmó el documento.