Desmanteló gran parte del plantel del año anterior, coleccionó ocho técnicos e incorporó jugadores sin jerarquía. Su política fue contratar jugadores por cantidad, sin importar la calidad. No encontró nunca el rumbo y ya al término del Apertura se sabía que no iba a sostenerse en la categoría de honor.
Comenzó siendo dirigido por Gabino Román, quien fue el DT que lo ascendió, pero no le tuvieron paciencia y a escasas fechas tuvo que irse.
Veintidós años de esfuerzo (lo que le costó volver a Primera) desperdició en apenas diez meses.
Lo único bueno que se lleva a la Intermedia es el remodelado estadio, que ya cuenta con lumínica.
En cuanto a figuras, pocos dieron la cara por el Kelito. El veterano Raúl Piris fue el más regular en los dos torneos. Por momentos impresionaron Wilfrido Britos, Gerardo Orrego y Fabio Caballero, pero no tuvieron constancia para sostener al equipo.