El Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología presentó los resultados de la Primera Encuesta Nacional de Percepción Pública de la CyT, que reveló que para el 70% de la población el área no destaca, pero en contrapartida existe mucha expectativa sobre los beneficios que podrían traen la CyT a mediano plazo. A partir de ahora, uno de los desafíos es diseñar una política de comunicación pública de la ciencia.

Con el objetivo de dar a conocer en qué medida la sociedad paraguaya espera que los científicos y tecnólogos contribuyan al desarrollo del país, atendiendo las principales demandas sociales y productivas, además de la valoración de la actividad científica y tecnológica local, el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) presentó los resultados de la Primera Encuesta Nacional de Percepción Pública de la Ciencia y la Tecnología en Paraguay.

El relevamiento inició en agosto y culminó en setiembre de este año, siendo sondeadas 2.000 personas de 18 años en adelante, en 11 departamentos y en la capital del país, Asunción.

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La encuesta midió sus hábitos culturales e informativos en relación a los temas de Ciencia, Tecnología e Innovación; actitudes y valoraciones frente a los riesgos y beneficios derivados del desarrollo de la CyT; apreciación de la profesión científica y tecnológica y su credibilidad como fuente de información; percepción sobre la investigación científica y el desarrollo tecnológico; incorporación de la innovación en el desarrollo de nuevos productos y/o procesos.

Los resultados revelaron que para la población tienen poco o nulo destaque el desarrollo de tecnologías (66%) y la investigación científica (73,2%) a nivel local; en este escenario, no hay diferencias apreciables entre lo que respondieron hombres o mujeres, si las hay en cuanto al nivel educativo, las personas con mayor educación mostraron una visión más crítica sobre la situación actual de la CyT en el país.

Esta percepción puede deberse, en parte, al desconocimiento sobre temas relacionados a la CyT que manifestó el 48% de los encuestados. A este número se suma que el 91,6% respondió no conocer alguna institución que se dedique a la investigación científica y tecnológica en Paraguay, mientras que el 81,4% dijo no haber escuchado sobre el Conacyt -la institución por excelencia que articula las políticas de ciencia y tecnología del país- además del 77% que señaló desconocer las actividades que realiza la institución.

Estas cifras contrastan, sin embargo, con el 61,4% que cree que en el futuro la investigación científica y el desarrollo tecnológico tendrán un lugar destacado en el país.

Para el investigador del Observatorio CTS de la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI), Carmelo Polino, quien se encargó de presentar los resultados de la encuesta, este desconocimiento de instituciones científicas y de lo que hace a los investigadores se da en Paraguay y en muchos países de Latinoamérica.

No obstante, "más allá de que hay una visión crítica en Paraguay, hay un ámbito de trabajo importante para que se reconozcan las políticas públicas, lo que hacen las instituciones científicas, amparándose en la expectativa ciudadana de lo que podría desarrollarse en ciencia y tecnología para la resolución de problemas en el país", precisó Polino.

De hecho, el 94,1% cree que en Paraguay deberían haber más personas trabajando en I+D y el 92,7% está muy de acuerdo en que el Gobierno invierta más en investigaciones científicas. En este sentido, el 79% de los encuestados creen que hay tres fuentes principales de financiamiento de la CyT en el país, por un lado el gobierno, percepción correcta desde el punto de vista objetivo, y por otro lado, las empresas privadas e instituciones extranjeras, "percepción demasiado optimista" a criterio del especialista.

Polino agregó que este mismo fenómeno se dio en Argentina y Brasil cuando se realizaron las primeras encuestas en la década del 2000, cuando en ambos países "había una visión todavía más privatizada, pero esta se fue corrigiendo con el desarrollo y el apoyo de la ciencia".

Otro dato interesante es la imagen que tienen los encuestados sobre los investigadores, de quienes dicen ganan bien. Para Polino, "probablemente no saben cuánto ganan, pero si toman como parámetro lo que gana un profesor o un tecnólogo, o el salario básico, sin duda el investigador tiene mejor pago". Asimismo, el 35,5% cree que cuentan con buenos equipamientos y el 36,3% que trabajan en buenas infraestructuras.

A partir de estos resultados -disponibles en la página del Conacyt- el especialista dijo a La Nación que "tiene que haber un diseño de política de comunicación pública de la ciencia, que se fortaleza y que tome estos datos como indicadores, para mostrar a la sociedad y a los tomadores de decisiones la importancia de invertir en investigación y desarrollo, además de que hay que tratar de cumplir con la expectativa social".

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