Alepo, Siria. AFP.
Más de un millar de personas fueron evacuadas de Alepo el jueves por la noche y alcanzaron territorio bajo control rebelde, en el inicio de una operación que sella la victoria del régimen en la batalla por la segunda ciudad siria. Un segundo convoy salió de Alepo en la noche del jueves después de la primera caravana de la mañana, integrada por 951 personas, entre ellas 108 heridos, y de las cuales unos 200 eran rebeldes. El acuerdo de ayer tuvo lugar un mes después del inicio de la ofensiva final de las fuerzas gubernamentales, apoyadas por la aviación rusa, milicianos del movimiento libanés Hizbulá y combatientes iraníes e iraquíes, el 15 de noviembre.
Unos 15 vehículos del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) y de la Media Luna Roja siria, seguidos de 13 ambulancias y 20 autobuses verdes componían la primera caravana. "Los heridos serán trasladados a los hospitales cercanos para recibir tratamiento", dijo Ahmad al Dbis, que dirige la unidad de médicos que coordinan la evacuación.
Los evacuados pasaron horas congregados en el lugar de recogida en el distrito de Al Amiriya, en el sur de Alepo.El acuerdo concierne a unas 4.000 personas, según la televisión siria. Algunas personas de edad lloraban, otras estaban contentas de dejar atrás el infierno y algunas dudaban en subir a los autobuses por miedo a ser interceptadas por las fuerzas del gobierno.
Paralelamente, otra operación de evacuación de unos 1.200 heridos y enfermos y sus allegados tenía lugar en Fua y Kefraya, dos ciudades chiitas sitiadas por los rebeldes en la provincia de Idleb, hacia zonas controladas por el régimen.
La salida de los rebeldes de Alepo simbolizará el máximo éxito del presidente Bashar al Asad y sus aliados ruso e iraní desde el inicio de la guerra civil en el 2011. El anuncio de este acuerdo auspiciado por Moscú, tuvo lugar tras el fracaso de una iniciativa similar el miércoles, que dio lugar a una última jornada de bombardeos y combates en los barrios del este de Alepo.
Fracaso moral internacional
"La humanidad exhala su último suspiro en Alepo", denunciaron veinticinco oenegés en una declaración común publicada el jueves en Gaziantep, en el sudeste de Turquía, condenando "el fracaso moral de la comunidad internacional". Los esfuerzos diplomáticos, incluyendo varias rondas de conversaciones de paz, no han logrado resolver el conflicto.
En cuatro semanas, la ofensiva dejó más de 460 civiles muertos en el este de Alepo, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH) y 130 en el lado gubernamental. Desde el inicio, en marzo del 2011, el conflicto causó más de 310.000 muertos y desplazó a la mitad de la población siria. "No le vemos futuro al presidente Asad en Siria. No hay victoria en bombardear hospitales... para acabar en un país del que sólo controla el 40%", dijo el ministro de Defensa británico, Michael Fallon en una rueda de prensa.