Andy Molinsky

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HAPPINESS

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Aprender a expandirse fuera de su zona de confort es crítico para aprender y crecer, avanzar en su trabajo y su carrera, y para alcanzar sus metas personales y profesionales. Sin embargo ¿siempre es cierto que necesita salir de su zona de confort para ser exitoso? ¿Hay situaciones en las que tiene sentido quedarse justo donde está?

Después de hablar sobre este tema específico con personas de un amplio rango de ocupaciones, mi respuesta es un claro sí. Hay veces en las que en realidad no necesita dar el discurso, demostrar el punto o tomar el riesgo. Sin embargo, para definirlo, es importante hacerse a usted mismo una serie de preguntas para evaluar si estar dentro de su zona de confort tiene sentido o es sólo un pretexto.

¿Se ha preparado lo suficientemente bien? Usted nunca puede prepararse plenamente para algo que no ha hecho antes, pero tampoco debería improvisar. Entonces, la pregunta es si se ha preparado lo suficiente. ¿Ha estudiado cómo ser exitoso en esta situación? ¿Ha observado y aprendido de otros? ¿Ha practicado en versiones con menos consecuencias de aquella situación que probará? Aprender a actuar fuera de la zona de confort es una habilidad –una en la que puede mejorar con la práctica. Entonces, si la respuesta a esta pregunta es no, no se ha preparado lo suficiente. Tendría sentido dejar esa situación en espera hasta que se prepare.

¿Es la situación en duda algo que realmente le interese?

Hay muchas situaciones de la vida que están fuera de nuestra zona de confort, pero que podrían no ser importantes para nosotros. Dicha situación podría ser el dar discursos en público –pero ¿sabe qué? Quizá hacer discursos no es una parte importante de su trabajo, o de su vida. Por supuesto, es importante darse cuenta de que "no preocuparse al respecto" puede ser una conveniente excusa para no probar algo nuevo. Cuando se pregunte a usted mismo si algo es importante, asegúrese de responder honestamente.

¿Es el momento adecuado?

Usted tal vez quiera realizar el comportamiento o aprender la habilidad en cuestión, pero el momento podría no ser adecuado. Usted quizá quiere mejorar en cuanto a la auto promoción en eventos de networking, por ejemplo, pero considerando sus otras responsabilidades laborales, no puede dedicar tiempo y esfuerzo a esa tarea en particular. Si no tiene el tiempo para prepararse plenamente y dar seguimiento, no vale la pena avanzar.

Las zonas de confort son difíciles de abandonar, y por una buena razón. Suelen ser los lugares en los que nos sentimos más seguros y naturales, y algunas veces son donde podemos hacer nuestro trabajo mejor y más satisfactorio. Sin embargo, no confunda el valor con la sensatez. Ampliar su zona de confort cuando no está listo –o no necesita estarlo- puede añadir más estrés que habilidad. En algunos casos, las zonas de confort no se tratan de conformarse o de mediocridad; son simplemente en donde necesita estar ahora mismo.

(Andy Molinsky es profesor de administración internacional y comportamiento organizacional en la Brandeis International Business School).

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