Sea por los intensos rayos del sol, el cloro o la sal; el cabello no está inmune a los factores externos del verano. Aquí, algunas recomendaciones para disfrutar a pleno de esta estación.

Por: Jazmín Gómez Fleitas

Con el ansiado verano llegan las vacaciones, el momento de desconectarnos de la rutina y disfrutar del agua y el sol, ya sea en una playa o al borde de una piscina. Sin embargo, la estrella más querida de la temporada puede ser igual de perjudicial con el cabello, como lo es con la piel.

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A causa de los rayos ultravioletas que llegan a la tierra, se hace más importante año tras año proteger el cabello; así como tomamos las debidas precauciones con nuestra piel. Y es que, además de los rayos solares, otros factores contribuyen al deterioro del cabello, como la sal del mar o el cloro de las piscinas.

Cubrirse el cabello ya no pasa por una tendencia de moda o de uso obligatorio en lugares donde el sol es protagonista; es un gran aliado para la protección del cabello. Usar sombreritos ante una exposición prolongada es la manera más sencilla de cuidarlo. Así como en invierno se pierde frío por la cabeza; en verano es la primera zona donde se acumula el calor. Y es aún más vulnerable si tu cabello es fino, porque tu cuero cabelludo queda más visible y te podés quemar más fácilmente.

Los tres pasos

¿Cómo vemos las consecuencias del sol en la melena? Puntas abiertas, sequedad, decoloraciones antiestéticas, fragilidad e incluso una mayor inclinación a la caída del cabello. Hay tres pasos básicos que te ayudarán a lucir una orgullosa cabellera y protegerla del sol, la sal y el cloro, que queremos compartir contigo.

  1. Protección: Antes de salir, aplicá sobre tu cabello un producto protector en gel, espuma o spray. Por lo general, todos son a prueba de agua; es decir, no desaparecen con el agua o el sudor. Escogé lo que mejor se adapte a tus necesidades pero los que saben dicen que para quien tiene el cabello corto lo ideal son los geles, fáciles de aplicar y prácticos para mantener el peinado impecable. Y para los cabellos largos, es mejor la espuma o el spray, que se distribuyen fácilmente. Algo que también ayuda para esto es aplicarte tu acondicionador por todo el cabello, como capa protectora, antes de mojarte.
  2. Limpieza: Después de tu chapuzón en la playa o la piscina, enjuagá tu cabello con agua dulce y lavalo cuidadosamente con un producto específico para la ocasión. Hay productos que están especialmente formulados para eliminar todo rastro de sal y cloro de tu cabello, es solo cuestión de preguntar por ellos. Pero eso sí, es importante que te laves con champú por lo menos. Nada de dejar que el cabello se quede con la sal o el cloro.
  3. Nutrición: Los acondicionadores se encargan de ello, pero también podés aplicarte una mascarilla nutritiva una vez a la semana. Reequilibrará tu cabello hidratándolo y devolviéndole su vitalidad, brillo y suavidad.
Protección natural
  • Sería ideal que comiences la temporada con un corte de puntas si hace tiempo no lo hacés. De este modo, estará mejor preparado para soportar todos tus planes al aire libre con mayor exposición al sol, mar o pileta.
  • Tampoco está bueno que te excedas con el uso del secador, planchitas o rizador. El pelo es muy sensible a los cambios, y las altas temperaturas del verano sumadas a estos artefactos pueden dañarlo todavía más. Mejor, aprovechá el calor y secalo al viento.
  • Si es posible, evitá las coloraciones muy claras previas al período más fuerte del verano, ya que el sol y el agua de mar o la pileta pueden afectar el tinte logrando un color no deseado en el pelo.
  • Para meterte al agua, mucho mejor si llevás el pelo recogido, con un colita de caballo o trenzas. Esto no sólo evitará que el pelo se te enrede sino que ayuda a mantener el cuidado que le hayas aplicado antes de salir. Además, elegí gomas de tela o pinches, estos no estiran tanto el cabello.
  • El aceite es una de las mejores opciones para el cabello, así que para protegerlo, recuperar su hidratación y reparar la estructura, podés utilizar el aceite de almendras dulces. Si lo aplicás durante 10 minutos después de la primera jabonada, lo enjuagás y volves a enjabonar; esto evita que el cabello se queme y aporta un brillo natural al instante.
Para recordar
  • Enjuagá tu cabello con agua dulce cada vez que salgas del mar o de la piscina. Una vez que llegues a la casa, utilizá un champú adecuado.
  • Los rayos del sol pueden afectar también al cuero cabelludo, sobre todo de los niños o de las personas con poco cabello, a quienes afecta con una mayor caída. En esos casos es mejor que utilicen un sombrero.

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