POR ÓSCAR GAVILÁN
El éxito danzarín tiene nombre y apellido: Ernesto Álvarez, quien fue el artífice del duelo al convertir dos goles y ser el atacante más peligroso y contundente.
Lo admirable del equipo dirigido por Daniel Farrar es que a pesar de la adversidad no se rindió nunca y fue adelante a buscar el pórtico rival.
En el segundo período, los solenses exhibieron una mejor preparación física y llegaron con mayor fluidez hasta la portería de River. Vargas y Samaniego acompañaron bastante bien a Álvarez en la ofensiva.
También respondieron los zagueros cuando los atacantes Samudio y Orrego llegaron con peligrosidad hasta la portería de Silva. Sol llegó con facilidad a los goles, inclusive pudo ampliar el marcador en la etapa final.
Los dueños de casa ingresaron con la mente puesta en el arco rival y prestos para una digna despedida de la División de honor en su estadio.
Admirable, fue el desempeño de los albirrojos, que jugaron con mucha sencillez, pero las dos hermosas conquistas no alcanzaron para quedarse con el triunfo.
Con esta victoria, Sol de América sueña con un cupo en la Copa Libertadores.