No es el único piloto paraguayo, ni tampoco el pionero, pero sin duda alguna decir Nelson Sanabria es decir Dakar en Paraguay. Con sus grandes actuaciones en las ediciones de 2014, 2015 y 2016, el piloto que corre en la categoría cuatriciclos es uno de los responsables directos de que el rally más difícil y famoso del mundo finalmente llegue al Paraguay.
Desde el año 2009, el Dakar se corre en Sudamérica, pero tuvieron que pasar ocho ediciones para que la organización pusiera en su ruta la bandera de un país que tiene una cultura de rally, expresada a nivel nacional en septiembre de cada año, cuando se disputa el Transchaco Rally.
Sanabria se estrenó en el Dakar en la 35ª edición, que recorrió los países de Argentina, Bolivia y Chile. No solo completó la prueba, superando todas las trece etapas, sino que finalizó al borde del Top Ten, en el 12º puesto.
En 2015, recorriendo los mismos países que en la edición anterior, el paraguayo hizo historia. Ganó dos de las trece etapas (7 y 10) y finalizó en la cuarta posición de la clasificación general. Es decir, de estar al borde del Top Ten en el año anterior, saltó al prestigioso Top Five.
Este año, el Dakar solo recorrió los territorios de Argentina y Bolivia. Nelson Sanabria volvió a marcar presencia y nuevamente terminó entre los diez mejores pilotos de quads del mundo. Se ubicó en el séptimo puesto de la clasificación general.
La edición 2017 lo tendrá nuevamente como uno de los protagonistas, y la largada será nada menos que en su país, el día 2 de enero en la Costanera de Asunción. "Nunca me imaginé eso", confiesa Nelson Sanabria en entrevista concedida a Paraguay TVHD, el canal oficial del Dakar 2017 en el país.
En ese sentido, se muestra agradecido con Milciades Fretes, el que lleva el título de "pionero", pues fue el primer piloto paraguayo en competir y completar la durísima prueba en la edición del 2013 (también participó Beto Recalde, con abandono en la 2ª etapa), la que inauguró el Dakar en suelo sudamericano. Hoy, Fretes es uno de los organizadores de esta edición en el país.
Dura preparación
Si competir en el Dakar es duro, prepararse para ello no es menos, sobre todo cuando se es un piloto como Nelson Sanabria, que se presenta no solo para participar de este histórico evento sino para pelear de igual a igual con los grandes pilotos del mundo.
Este sueño comenzó cuando aún era un niño y seguía la competencia a través de la televisión. Entonces, el tramo era de París a Dakar. Cuando la organización se vio obligada a trasladarse a Sudamérica por posibles atentados terroristas, Nelson no dudó en ir a Buenos Aires para presenciar la largada. Al año siguiente ya estaba compitiendo.
Para ser fiel a su principio de pelear y no solo participar, realizó un intenso programa de entrenamiento a lo largo de estos años, desafiando a las dunas de Qatar y Abu Dhabi, donde asegura haber recibido un "masterado" en el dominio de las mismas.
Participó en alrededor de 21 competencias internacionales y, mientras no viaja, entrena en San Bernardino. Su día se divide entre trabajos con el preparador físico, la nutricionista y el fisioterapeuta. "Me fijo en lo que me faltó en las competencias anteriores y de esa forma voy mejorando", afirma.
Es que el piloto debe estar en óptimas condiciones para soportar los 13 días de dura competencia, en los que está arriba del cuatriciclo desde las cinco de la mañana y hasta las tres de la tarde, aproximadamente. "No podes parar a almorzar. Tenés que hacer como las competencias de eco aventura en bicicleta, donde sobre el vehículo vas comiendo las barritas de nutrientes, gel, carbohidratos", explica.
Es jugarse la vida
Con la experiencia de tres carreras a cuestas, Nelson Sanabria tiene bien en claro que para llegar al último día de competencia e intentar ganar "no solo se debe tener la habilidad en la modalidad elegida, porque podes ser el mejor corredor del mundo, pero si no tenés el know-how (saber cómo), podes terminar perdiendo".
"Se debe adquirir un know-how. Es un mix de cosas, como la navegación. Hay que ser rápido en muchas cosas, mentalmente. Con un vistazo tenés que ir. No es que vas frenando o parando para mirar. Si querés ser Top Five (5), Top Ten (10), tenés que jugarte la vida desde que empezás hasta que terminas", sostiene.
Corriendo solo
El rally Dakar no es como los rallyes convencionales, donde los auxilios acompañan al piloto. "No es igual al rally del Chaco, que van detrás de uno", asegura Sanabria. "Si salís, por ejemplo, de Asunción, te despedís de tu equipo y se ven de nuevo en Resistencia. Nadie va detrás de vos. El tema de autos o camiones podría ser, pero normalmente no se da", detalla.
En caso que se produzca un accidente, que es típico en este deporte, el paraguayo explica que "si es leve, tenés un botiquín que estás obligado a llevar. Si es grave, la organización te va monitoreando y cuando pasa el siguiente competidor, él toca el botón rojo de auxilio y llega el helicóptero. Te llevan y abandonas la competencia. Por eso tiene mucho porcentaje de abandono".
El correr solo, sin auxilio, tiene muchas consecuencias negativas y es lo que, entre otras cosas, hace que el Dakar sea el rally más duro del planeta. A Nelson Sanabria, por ejemplo, una vez casi le costó la carrera, cuando no llevó una rueda de auxilio por cargar con lo básico, "para que el viaje sea más práctico por el peso".
"Esto me costó el primer puesto en una ocasión, ya que decidí no llevar rueda de auxilio. Mi decisión me costó caro, pero uno se arriesga. Yo había ganado una competencia internacional anteriormente sin rueda de auxilio, así que tome esa decisión, pero en ese momento lo necesité y no lo tuve. Me costó el lugar", recuerda.
No cabe duda que Nelson Sanabria volverá a luchar por un lugar entre los mejores del mundo. Para ello, y apoyado por las marcas que lo patrocinan, invirtió alrededor de cinco mil dólares en su preparación. Es que, "para estar en el Top Ten o en el Top Five tenés que invertir, para ir a pelear de humano a humano, como un partido de tenis, mano a mano".
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