Mary Venialgo es una ama de casa que cada domingo recorre con la Virgen su barrio y va hasta el hospital para rezar con los internados.
La fe mueve montañas y no solo logra la sanación física de las personas, sino además ofrece paz espiritual, según testimonios de quienes lograron experimentar un acercamiento a Dios y su madre. La devoción hacia la Virgen María en nuestro país es sumamente fervorosa, y se nota en pequeños actos que los fieles católicos realizan, como una misión para servir a Dios.
Este es el caso de la señora Mary Venialgo, una ama de casa de 58 años, que desde hace seis años camina no solo por su barrio llevando la imagen de la Rosa Mística a las casas de sus vecinos, sino además, cumple una importante misión con los enfermos, llevando el mensaje de esperanza y la comunión a los postrados del Hospital Central del Instituto de Previsión Social (IPS), según nos comentó.
"Voy a la misa de las 8:00 y al término de la celebración recorro, sala por sala, llevando la comunión a los enfermos. Los hombres lloran cuando le ven a la Virgencita. Eso emociona y toca, porque es algo sorprendente", asegura doña Mary.
Sostuvo que los enfermos que también se aferran a la Virgen, aseguran que el doloroso camino que recorren mientras están en el hospital se hace más fácil. Aseguró que la Virgen la llamó para que ella inicie ese peregrinaje, de llevarla a la casa de sus vecinos, amigos y hasta el hospital.
"Yo sentí en mi corazón que ella me llamaba para cumplir esta misión. Caminé 40 días en el barrio, con una imagen que pedí prestada en la capilla San Cayetano", rememoró.
Su misión portando la imagen de la Madre María, -como ella la llama- la llevó a vivir varias experiencias enriquecedoras, pero entre ellas hay una que la marcó profundamente, porque asegura que no solo con el rezo del rosario y la visita de la Virgen salvó una vida, sino también Dios se ganó otra alma.
"Llegamos a una casa y la dueña no salió, solo el tío que nos pidió que entráramos. Comenzamos a rezar y vemos que la Virgen llora. Le despaché a la gente que estaba y le pregunté al señor por su sobrina y me dijo 'está muy atacada, no se siente bien'. Subimos, la encontramos en la cama. Tenía la soga preparada para colgarse y varias tabletas de medicamentos, porque tenía pensado suicidarse y no lo hizo porque nosotros llegamos", recordó al asegurar que la Virgen obró el milagro y al llegar a la casa salvó la vida la mujer, que luego de conocer a Dios, cambió su vida.