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Pero, según ha podido saber MARCA, Fernando ya no estaba en ella. Casi en las primeras horas de saberse la retirada de Rosberg, con el asturiano viajando hacia Motegi para el evento de final de año con Honda junto a Márquez y Pedrosa, Fernando ya decidió que no iba a moverse de McLaren Honda y que va a cumplir el contrato que firmó hasta el final del 2017 con el equipo de Woking.
No era una cuestión de la complicación en una posible operación y en la ruptura del acuerdo en vigor, que las había, sino por una cuestión de simple lealtad, principalmente hacia Honda. La firma japonesa le llamó a finales del 2013 para que capitaneara su regreso a la F1. Apostó por el bicampeón y le convenció para que dejase la frustración de Ferrari y les acompañara en una aventura desde cero.
Honda jamás le ha hecho un reproche al asturiano, pese a ciertas críticas duras y en directo, y ha realizado un gran esfuerzo por alcanzar las prestaciones de la competencia este año.
Ese compromiso es el que valora Fernando para seguir y cumplir su contrato, haciendo gala de la lealtad que tanto se valora en Japón. Si fuera por solo por McLaren, Alonso quizás hubiera tenido serias dudas, pero Honda, que sostiene hoy económicamente al equipo casi por completo, le merece todo su agradecimiento.