Libertad, el verdadero juez de la última parte del campeonato. Hace una fecha le dio vida a Olimpia al vencer al líder Guaraní y ayer le empató al Decano, que prácticamente levanta el pañuelo del adiós en su lucha por el título.

El equipo de Mauro Caballero dio pena futbolísticamente y con algo de actitud y mucha suerte, logró salvarse de la derrota en el clásico blanco y negro.

La frescura y ganas de los juveniles, más la sapiencia de una columna vertebral experimentada (Alcaraz, Aquino y Salcedo), le dan a Libertad la mezcla perfecta para ir consolidando un equipo muy serio.

Con Antolín como jefe en el fondo, Iván Ramírez como motor en el medio y "Sa-sá" de gladiador ofensivo, el Gumarelo fue muy superior por momentos al Franjeado, que tuvo a Julián muy tapado y los atacantes muy aislados.

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Una cosa es intentar por intentar y otra es saber cómo y cuando realizar los ataques; Olimpia se juega por lo primero y falla una y otra vez. A este mal hay que sumarle la pésima defensa que volvió a plasmar Mauro Caballero. El juvenil Cañete se defiende y salva con ganas, pero lo de Mencia parece insostenible; Salcedo hizo lo que quiso con él y demuestra demasiada inseguridad.

Los gumarelos le reclamaron intensamente a Éber Aquino la expulsión de Pérez.FOTO: ANÍBAL GAUTO[/caption]

El Gumarelo no fue constante, pero sabía el libreto: esperar y golpear en el momento propicio, ya que el rival no podría dañar con escasas ideas y arriesgaba por la necesidad que tenía.

Así, Salcedo, en clara posición adelantada puso el 1-0. Olimpia no tardó y Fredy Bareiro, quien llegó a los 100 festejos, igualó, tras un rebote de Muñoz.

El empate vino gracias al empuje y nada más, pues el Decano no tenía un formato para atacar.

Cuando aún se escuchaban los gritos del empate en Sajonia, Libertad volvió a aplicar un mazazo. No había pasado ni un minuto, el Gumarelo recomenzó, Medina encaró, "Sa-sá" pivoteó y Santacruz definió. 2-1, silencio total y había que recomenzar todo de nuevo.

Hay que levantare, le dice Leguizamón a Mendoza, que dejó todo, pero no bastó. También se lamentan Candia y Barreto.FOTO: FERNANDO RIVEROS[/caption]

Lo increíble fue que en la complementaria, Caballero sacó a Riveros, el motor y alma del Decano. Ingresó Biancucchi, en esa sí acertó, pero cambió al menos indicado. Desesperado, el DT metió a su hijo, que nuevamente casi no tocó una pelota, también al juvenil Fatecha y logró empatar gracias a una carambola. Remate de Rodi que desvió Richard Ortiz.

El "repollero" terminó con diez, ya que a los 89', Dionicio Pérez vio la roja directa.

REACCIONES

“El equipo mereció ganar”

JUAN E. SAMUDIO

ASIST. TEC. DE LIBERTAD[/caption]

"Considero que Libertad mereció ganar, pero como el fútbol no es de merecimientos, sino de goles, terminamos con un empate.

No obstante, conforme con el rendimiento del equipo. Solo una jugada fortuita nos costó el empate. Tuvimos chances para ampliar pero no supimos capitalizar", explicó Juan E. Samudio, asistente técnico de Libertad.

“Fue un partido complicado”

MAURO CABALLERO

DT FRANJEADO[/caption]

"Nos costó bastante, siempre estuvimos en desventaja, pero salimos a buscar el empate, lo conseguimos y luego con chance de ganar, como también lo tuvo el rival, fue un partido complicado, fundamentalmente porque el rival con la ventaja a favor se cerró bien atrás.

La entrega de los jugadores es destacable porque se dieron íntegros para revertir la situación", señaló

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