Por Matías Irala
Contrario a las palabras expresadas por Monseñor Claudio Giménez en la homilía oficiada en Caacupe respecto a los tatuajes, las prácticas de ornamentación corporal datan de tiempos milenarios y bajo diferentes percepciones, según la web culturacolectiva.com.
El tatuaje mas antiguo data de la Edad de Piedra, en 1991 se encontraron en un glaciar los restos de un cazador de la era Neolítica, que tenía la espalda y las rodillas tatuadas. Antes de este descubrimiento, el hallazgo mas representativo respecto a tatuajes en la antigüedad era la de la sacerdotisa egipcia Amunet quién vivió en Tebas alrededor del año 2000 antes de Cristo. Los tatuajes de Amunet estarían caracterizados por lineas simples con diseños de puntos y rayas.
Los habitantes de las islas Polinesias serían los precursores en "grabarse" en la piel motivos mas puntuales, obedeciendo a una costumbre de decorar el cuerpo en su totalidad. El término "tatuaje" (pronunciado en inglés tattoo) tiene origen polinesio.
Para identificar
En las parcialidades Maorí de Nueva Zelanda el tatuaje cumplía la función de identificar a cada individuo y su estatus dentro del grupo. Las complejidades de los tatuajes en el cuerpo demostraban a su vez el rango social de su portador.
En las islas Marquesas el tatuaje tenía un significado erótico. Las mujeres se tatuaban los dedos y las orejas con delicados dibujos, los hombres se tatuaban todo el cuerpo en ambos casos para captar la atención del sexo opuesto.
Personajes ilustres como el ex presidente Jhon F. Kennedy o el diplomático Winston Churchill hicieron gala de sus tatuajes.
En la actualidad, el tatuaje ha cobrado una función colectiva que puede estar ligada a diferentes percepciones, desde la simple ornamentación corporal o a la intención de conectar con algún lado emocional o personal.