Durante la celebración eucarística de Caacupé, el Pontífice consagró al Paraguay a la Virgen María.[/caption]

Recordando los momentos más importantes vividos por la feligresía católica paraguaya, volvemos a la misa que ofició Juan Pablo II, en el entonces Santuario de Caacupé, durante la primera visita de un papa al país. Ese hecho aún perdura en la memoria de millones de personas.

En aquella ocasión, reconoció que el pueblo paraguayo era muy mariano, no solo por la devoción a la Virgen de Caacupé, sino por los nombres de ciudades. "El Paraguay, podríamos decir, es eminentemente mariano, ya que en su geografía ha quedado claramente inscripto, en hermosa secuencia de nombres, el Evangelio de los misterios de María: Concepción, Encarnación, Asunción", dijo el 18 de mayo de 1988, en Caacupé.

En esa ocasión expresó que Caacupé es el lugar que la Virgen María eligió para quedarse en medio de los paraguayos y hasta donde la gente llega desde todos los puntos cardinales, para consagrarse a la Inmaculada Concepción.

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"Peregrinar a Caacupé, como soléis hacer con tanto fervor en torno al 8 de diciembre, cuando desde los cuatro puntos cardinales del Paraguay venís para congregaros aquí, es ir a ese encuentro con la Madre de Dios para consolidar la fe y la gracia de Dios en vosotros, y poder abrir de par en par los espacios de vuestro corazón a Cristo, el Redentor", dijo ante más de 500.000 fieles, recordó el periodista Pedro Kriskovich.

También instó a los campesinos a defender sus derechos y que sean artífices de su propio desarrollo integral, además expresó su respeto a las culturas autóctonas. "Os aliento a conservar con sano orgullo las mejores tradiciones y costumbres de vuestro pueblo, a cultivar el idioma, las expresiones artísticas y, sobre todo, a afianzar el profundo sentimiento religioso", sostuvo postrado a los pies de la Santísima Virgen de los Milagros, en Caacupé. Pidió que se defienda la identidad cultural a fin de transmitir estos valores a las generaciones venideras, con el objetivo e enriquecer al pueblo paraguayo, para trabajar "con tesón en favor de la patria y del bien común".

Poco antes de concluir la celebración eucarística, consagró la nación paraguaya a la Virgen de Caacupé. "En este día venturoso te ofrezco y te confío la Iglesia entera del Paraguay, los pastores y los fieles, los sacerdotes, los religiosos y religiosas, los seglares, las familias, los jóvenes. Encomiendo a tus solícitos cuidados la fidelidad del Paraguay a su vocación y a sus raíces cristianas", expresó.

Etiquetas: #Caacupé 2016

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