Con bastante tristeza y pesar recibieron ayer a tempranas horas en el Aeropuerto Internacional Silvio Pettirossi, los restos del compatriota Gustavo Encina, quien perdió la vida junto a todo un plantel deportivo brasileño Chapecoense, en la tragedia aérea en Antioquia, Colombia. El cuerpo fue trasladado al salón velatorio Jardín de la Paz, de Luque, según explicó Raquel Coronel, viuda de Encina.

Luego de cuatro días del siniestro en Antioquia, que enlutó no solo a Brasil, sino a todo el mundo y que tocó muy de cerca a Paraguay ya que en la tripulación participaba un compatriota. Gustavo Encina, era piloto aviador civil, pero él no volaba, solo acompañaba la tripulación y realizaba el servicio de despacho de vuelo en cada punto de aterrizaje.

Una aeronave de la empresa Avianca fue la responsable de trasladar el cuerpo sin vida del piloto paraguayo. El vuelo partió de Medellín, Colombia hasta Río Negro, de allí se dirigió a Bogotá, y luego aterrizó en Asunción. Familiares y amigos esperaban a Encina.

La esposa de Encina, agradeció a la Secretaría de Repatriación por hacerse cargo de los gastos y de los trámites para traer el cuerpo.

Encina formaba parte del plantel de la aerolínea Lamia de Bolivia, la cual fue suspendida para operar por la Dirección General de Aeronáutica Civil de Bolivia tras demostrarse que el avión no tenía combustible en el momento en que se estrelló.