"Un día de mucho calor, nos pusimos a rezar el rosario en casa. Mi marido se encerró en la habitación, bajo el aire acondicionado. Terminamos de rezar el rosario, abro la puerta de mi dormitorio y ¡era un jardín de rosas del olor que había! ¡Era la Virgen!", comentó emocionada Carolina Alegre al recordar aquello, que solo ella y su hija podían sentir.

Sin embargo, lo más fantástico estaba por venir y era la manifestación que se hizo ver a todos. "Luego de almorzar voy a cerrar la ventana y le veo a la Virgen toda iluminada. Se transformó. Tomó estos colores (rosado, celeste y rojo en algunas partes, especialmente en parte de la cabeza, la muñeca, el pecho al lado derecho y la parte del aparato digestivo). Yo le había pedido al Señor que sane mi mente y mi corazón, para que mi cuerpo sane", dijo al recordar que en un momento de oración, la Virgen le dijo que su misión era rezar por los enfermos.

A partir de ahí, que buscó una imagen peregrina de la Rosa Mística para su casa y que visite a los enfermos, para llevarles gracia y paz. La obtuvo de una amiga, pero la imagen fue en julio, a la casa de un chico que está con cáncer "y todavía no volvió, porque todavía no cumplió toda su misión", indicó. Posterior a esto, le regalaron otra imagen y si bien creyó que ésta sería la que se quede en su casa, nuevamente salió, y está en un hogar donde también hay un enfermo de cáncer.

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Etiquetas: #Caacupé 2016

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