Chernóbil, Ucrania. AFP.
Ucrania inauguró este martes una cúpula metálica construida sobre el reactor accidentado de la central nuclear de Chernóbil para garantizar la seguridad de las instalaciones durante los próximos 100 años.
La estructura metálica, con forma de arco, pesa 25.000 toneladas (36.000 cuando esté equipada) y mide 108 metros de altura y 162 metros de largo.
"Esto equivale a poder cubrir el Estadio de Francia o la Estatua de la Libertad", explica en un comunicado Novarka, empresa formada por los grupos franceses Bouygues y Vinci, que concibió y construyó la cúpula.
Con una esperanza de vida de al menos 100 años, la estructura permitirá confinar las materias radiactivas, proteger a los trabajadores del sitio y aislar al sarcófago ya existente contra las inclemencias del clima. Además, dispondrá de equipamientos para las futuras operaciones de desmantelamiento del reactor Nº 4.
El 26 de abril de 1986, a la 1:23, este reactor explotó durante una prueba de seguridad. Durante 10 días, el combustible nuclear ardió, despidiendo hacia a la atmósfera elementos radiactivos que acabarían contaminando, según algunas estimaciones, hasta tres cuartas partes de Europa, sobre todo Rusia, Ucrania y Bielorrusia, en aquel entonces, repúblicas soviéticas.
Cerca de 90.000 personas trabajaron durante 206 días en la construcción de un "sarcófago", una estructura metálica de 7.300 toneladas y compuesta de 400.000 metros cúbicos de hormigón, en condiciones muy difíciles, para aislar el reactor accidentado, explicó a la AFP Anna Korolevska, directora adjunta del museo Chernóbil de Kiev.
El monto de todo el recinto de confinamiento alcanzó los 2.100 millones de euros y estará operativo en el 2017.
Uno de los accidentes más graves de la historia
El reactor de la central nuclear de Chernóbil, que sufrió en 1986 uno de los accidentes más graves de la historia, quedó este martes cubierto con un nuevo caparazón de acero diseñado para impedir la fuga de radiación en los próximos 100 años y para protegerlo de los embates meteorológicos. El balance humano de la catástrofe sigue siendo fuente de debate.
El comité científico de la ONU solo reconoce oficialmente a una treintena de muertos entre los operadores y bomberos que se expusieron a las radiaciones inmediatas a la explosión, pero el balance podría ser de miles de fallecidos. La nueva construcción debería resistir seísmos con una intensidad máxima de nivel 6 según la escala de Mercalli (de 12 niveles). Las obras comenzaron en el 2012.