Según divulgaron varias agencias y medios, y entre las primeras Radio Francia Internacional, el copiloto de un vuelo que sobrevolaba Medellín a la misma hora que el avión que transportaba al equipo del Chapecoense y otros pasajeros relató cómo fueron los últimos diálogos entre la tripulación de la aeronave siniestrada y la torre de control.

Juan Sebastián Upegui, copiloto del vuelo de Avianca 9253, que sobrevolaba Medellín a la misma hora que el avión siniestrado la noche del lunes, relató dramáticamente los últimos minutos de transmisión del fatídico vuelo de Lamia.

Al inicio del audio, que circula en las redes sociales y en la prensa latinoamericana, Upegui relata que el piloto del vuelo de la empresa Lamia le solicitó a la controladora prioridad para proceder a la pista por "problemas de combustible", pero la controladora le respondió que no se podía debido a que otro avión estaba aterrizando de emergencia.

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Sin embargo, el piloto volvió a decir que tenían problemas de combustible y empezó a bajar, después de lo cual declaró la emergencia.

Cuando la controladora le preguntó sobre el problema específico que tenía, el piloto le contestó: "¡Ahora tenemos falla total eléctrica! ¡Vectores para proceder a la pista!"

La controladora le dijo que el avión había desaparecido de los radares y el piloto seguía gritando: "Ayuda, vectores para proceder a la pista, vectores para proceder a la pista".

LA TRAGEDIA

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Upegui recuerda que en su aeronave se mantuvieron "callados, callados" y él estaba "en la mesa haciendo fuerza diciendo: '¡Hágale, hágale, lleguen, lleguen, lleguen!'", mientras que el piloto seguía gritando "¡Vectores!", y "ahí se paró la cosa".

La controladora le pedía al piloto que respondiera y "se le quebró la voz, se puso súper mal". "Nosotros nos pusimos re mal y a llorar en el avión", concluyó Upegui.

Según el diario 'El Tiempo', Upegui será llamado por las autoridades para declarar como testigo sobre la tragedia, que se cobró la vida de 71 personas.

En este estado quedó el avión que transportaba a la delegación del Chapecoense. Foto: @policiantioquia[/caption]

Las causas del siniestro del avión que transportaba al equipo de fútbol brasileño Chapecoense aún se desconocen pero los primeros elementos parecen apuntar a una falta de combustible. El aparato se estrelló minutos antes de aterrizar en Rionegro, cerca de Medellín. Sólo sobrevivieron seis de las 77 personas a bordo.

La ausencia de rastro de fuego en el aparato y en la zona del choque refuerza esta teoría. Sin embargo, múltiples factores pueden explicar la ausencia de gasolina, opinan los expertos aeronáuticos: fugas, problemas en la alimentación de los motores, errores de la tripulación, fallos en los cálculos de autonomía del vuelo o incluso que los pilotos vaciaran los tanques ante la inminencia del impacto, justamente para evitar el incendio.

RESPONSABILIDADES

Para el experto en aeronáutica español, Javier Taibo, "si ha habido un problema de combustible es un problema atribuible a la autoridad aeronáutica boliviana y al operador del vuelo". Taibo explicó a RFI que "en un sistema normalizado y seguro, una falta de combustible es casi imposible".

"En los países digamos de criterios occidentales, certificados por las autoridades norteamericanas o europeas, todos los aviones salen con un plan de vuelo clarísimamente, con sus reservas de combustible que le permiten llegar a los aeropuertos alternativos en el caso de que haya problemas meteorológicos u otros, así que parece imposible desde el punto de vista de un estándar de homologación internacional", añade el experto.

El avión de la compañía LaMia, de bandera boliviana, venía de Santa Cruz de la Sierra y debía aterrizar en el aeropuerto internacional José María Córdova, de Rionegro. Sin embargo, a pocos minutos de aterrizar, se le pidió que sobrevolara la zona esperando su turno, según publica el diario colombiano El Tiempo.

En un momento dado, el capitán de la aeronave, Miguel Alejandro Quiroga Murakami, pidió que le dejaran aterrizar porque se quedaba sin combustible, a lo que accedieron las autoridades del aeropuerto. Sin embargo, cuando el aparato se encontraba descendiendo, se reportaron fallos eléctricos y a unos 9.000 pies de altura se perdió la comunicación.

Las autoridades colombianas ya han empezado a analizar las dos cajas negras y el motor del avión que deberían confirmar o descartar la pista de la falta de combustible. Aparte de Colombia y Bolivia, también el Reino Unido se ha sumado a la investigación ya que la aeronave había sido fabricada por la British Aeroespace.

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