"La corrupción no respeta a nadie", dijo en el sacerdote Alejo Robadín, misionero de la Misericordia, primer predicador del Novenario en honor a la Inmaculada Concepción de María, en Caacupé. El sacerdote centró su celebración en el tema de los jóvenes en familia, creados a imagen y semejanza de Dios.
Ya en el marco de la conferencia de prensa que se realizó en el Obispado de Caacupé, el presbítero dijo que el pecado es la fuente de la corrupción. "Cuando entra el dinero como valor fundamental ya estamos fritos. Si para cualquier cosa, reelecciones, cambios de Gobierno se hace así. Se le paga a unos cuantos para que hagan hurra aquí y allá, se arregla el problema y aparece como que el pueblo así lo quiere. Si queremos nosotros renovar tenemos que tener hombres nuevos", aseguró el religioso.
Criticó además la corrupción en el deporte, diciendo que hoy en día "se puede comprar jugadores, réfere (árbitros), podés comprar todo, se maneja con plata nomás. La gente no quiere decir, pero se sabe y tenemos que hacer para que eso cambie".
En su homilía, el religioso habló de la importancia de las familias para la formación de los jóvenes; dijo que hoy en día existe tanta corrupción que hasta el deporte está corroído, al igual que la política en donde todo se soluciona con dinero.
"Necesitamos una urgente conversión, hay que darle a Dios su lugar, porque de lo contrario no podremos salir de esta corrupción que impera", dijo Robadín.