La comunidad internacional reacciona con impotencia y resignación a la ofensiva contra los barrios rebeldes de Alepo, que están desembocando en una victoria del régimen sirio y sus aliados, como Rusia. La caída de Alepo era inevitable. Miles de civiles huyeron del sector rebelde de Alepo con destino a las zonas controladas por el régimen de Damasco, al tiempo que el ejército sirio conseguía controlar, al menos, un tercio de la parte de la ciudad en manos de los insurgentes.

Estos éxitos militares del ejército sirio son los más importantes desde el inicio de la ofensiva lanzada el 15 de noviembre para retomar la parte oriental de la ciudad, en manos de los rebeldes desde el 2012.

Las fuerzas del régimen asedian desde hace cuatro meses la zona oriental de Alepo, en la que residen unas 250.000 personas, informó la AFP.

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La conquista, el sábado, del barrio de Massaken Hanano, el mayor de Alepo Este, marcó el inicio de este avance del ejército, que el domingo se apoderó de los barrios colindantes de Jabal Badro, Baadin, Inazarat, Al Sakan Al Shababi y Ain Al Tall, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).

Al mismo tiempo, los combates continuaban en el barrio estratégico de Sakhur, otro feudo rebelde, con violentos bombardeos, cuya toma permitiría al régimen cortar el sector rebelde en dos, y en el de Haydariyé.

NIÑOS MUERTOS

La ofensiva del régimen dejó 219 civiles muertos, entre ellos 27 niños en el este de Alepo, donde la población carece de todo por culpa del asedio, según el OSDH.

La guerra siria, desatada en el 2011 cuando el régimen reprimió manifestaciones pacíficas, causó más de 300.000 muertos, y se convirtió en un conflicto cada vez más complejo en el que están implicadas fuerzas regionales, internacionales y grupos yihadistas.

¿Por qué los países occidentales no hacen nada? "Pocas veces en la historia de los últimos 50 años, con la excepción quizá de Ruanda, se habrá visto a la que se denomina 'comunidad internacional' asistir como espectadora a una crisis humanitaria de tal envergadura", afirma Karim Bitar, del Instituto de Relaciones Internacionales y Estratégicas (Iris).

Los países occidentales que apoyan a la oposición han subestimado la campaña militar lanzada por Rusia el 30 de setiembre del 2015 para ayudar al régimen de Bashar a Asad. Y con EEUU en plena transición política, "ni los británicos ni los franceses pueden hacer gran cosa", dicen los experto.

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