Alexandra Stevenson
El multimillonario inversionista Cliff Asness es un libertario fiel que ha criticado la intervención del gobierno en el cuidado de la salud y las finanzas.
Sin embargo, su empresa AQR Capital Management está programada para recibir US$ 35 millones en ayuda financiera como parte de un movimiento más amplio del gobierno de Connecticut para persuadir a las compañías de que no abandonen el estado.
El paquete de ayuda, que fue aprobado este mes por la Comisión Estatal de Bonos, incluye préstamos y donaciones vinculados a condiciones para crear empleos y sigue una oferta similar de US$ 22 millones hecha este año a Bridgewater Associates, el mayor fondo de cobertura del mundo.
Pero la asistencia a Bridgewater Associates, que gestiona 150 mil millones de dólares y a AQR, que tiene 172 mil millones de dólares en activos bajo administración, ha sido cuestionada por algunos, incluyendo la Contraloría Estatal, sobre si la iniciativa realmente beneficia a empleos en el estado.
Varios meses después de que Bridgewater recibiera la aprobación de su paquete de ayuda, la firma dijo a los clientes que estaba atravesando por una "renovación" que implicaría recortes de empleo, en parte porque había secciones de la empresa con más de 1.500 empleados que eran "departamentos 'inflados', ineficientes y burocráticos".
El contralor estatal, Kevin Lembo, ha argumentado que la ayuda financiera se gastaría mejor en empresas que podrían crear empleos más estables para la clase media en lugar de firmas financieras que a menudo emplean solo graduados de universidades de primer nivel.
"Cuando se trata de la asistencia directa a las empresas, debemos buscar el valor más alto", dijo Lembo, quien en mayo votó en contra del paquete de ayuda financiera para Bridgewater y este mes hizo lo mismo para con AQR. La ayuda financiera estatal se utilizaría mejor en las empresas que proporcionan empleos en fábricas e industrias, mencionó, añadiendo que "esos son los tipos de empleos que levantan y ayudan a mantener una clase media que está luchando por mantenerse como tal".
Un portavoz de AQR replicó: "Este es un programa de incentivos de trabajo para ambos, AQR y Connecticut, que se basa en nuestro sólido historial de crecimiento del empleo en el estado". Ya un portavoz de Bridgewater se negó a hacer comentarios al respecto.
Las firmas financieras de Connecticut recibieron ayuda en el pasado. Antes de la crisis financiera, ciudades como Stamford, Connecticut, prosperaron cuando la industria bancaria, atraída por créditos tributarios y otros incentivos gubernamentales, estableció operaciones allí. Pero firmas como UBS, de Suiza, y el Royal Bank of Scotland retrocedieron bruscamente después de la crisis y el número de empleados en Connecticut se desplomó. En Stamford, se decía que UBS tenía el espacio comercial más grande del mundo antes de la crisis. Ahora, ese espacio está en gran parte vacío y partes de la ciudad están abandonadas.
Connecticut está luchando para evitar que los negocios migren después de un aumento de impuestos el año pasado. Los préstamos a Bridgewater y AQR son parte de una iniciativa del gobernador Dannel P. Malloy para alentar a las grandes compañías a trasladar sus oficinas centrales a Connecticut y proporcionar incentivos para expandirse a las compañías ya existentes. En enero, General Electric anunció que trasladaría su sede a Boston desde Fairfield, Connecticut, después de cuatro décadas en el estado.
"Permítanme decirlo de esta manera, por lo general las empresas no avisan 'Vamos a salir si no nos dinero (para quedarnos)'", comentó Catherine Smith, comisionada del Departamento de Desarrollo Económico y Comunitario de Connecticut.
"Entre líneas, entendemos que estas empresas están buscando (establecerse) en otra parte. En este caso, queríamos ofrecer algo que fuera competitivo", agregó Smith refiriéndose al acuerdo para AQR. "Hay competencia en el mercado para estas empresas, otros estados se acercan a ellas o ellas sondean a otros estados y en algunos casos hemos tenido que actuar en nuestra defensa", puntualizó. Bridgewater también comentó que estaba mirando un sitio en Nueva York cuando Connecticut comenzó las conversaciones con la firma de inversión.
El esfuerzo de ayuda financiera ha sido rotundamente criticado por la mano de obra organizada.
Lori J. Pelletier, presidente de la AFL-CIO de Connecticut, comentó sobre el paquete financiero para AQR en un comunicado, diciendo: "Mientras el estado continúa recortando servicios públicos vitales a los más vulnerables y despide a los proveedores de servicios críticos, el gobernador lidera el camino para alinear los bolsillos de los administradores de los fondos de cobertura".
Como parte del acuerdo de AQR, la compañía será elegible para US$ 28 millones en préstamos que serán condonados si la compañía mantiene 540 puestos de trabajo dentro de Connecticut y crea hasta 600 nuevos puestos de trabajo en los próximos 10 años.
AQR también recibirá US$ 7 millones en subsidios, desembolsados en fases, para ayudar a pagar por una expansión. La compañía movió sus operaciones a Connecticut en el 2004 y se basa en Greenwich.
Asness es cofundador de AQR como fondo de cobertura en 1998. Hoy en día la empresa también ofrece productos de inversión.