Con el arribo de dos secarropas de gran envergadura con capacidad para 40 kilos de ropa hospitalaria cada una, comienza la renovación del servicio de lavandería del Instituto Nacional del Cáncer (INCAN), un servicio que a diario procesa un promedio de cuatrocientos kilos de prendas.

"Estamos felices. Es la primera vez que renovamos nuestros secarropas en treinta años. Era una gran necesidad para la lavandería pues ya no dábamos abasto con el equipo que teníamos. Nuestros secarropas viejos tienen muchos problemas y funcionan solo al treinta por ciento de su capacidad. Entonces nos vemos obligados a colgar las ropas en alambre y bajo ventilador para que se sequen, eso retrasa todo y rebasa nuestro espacio de trabajo. Con estas nuevas secarropas vamos a trabajar mucho mejor," expresa María Angélica Montiel, jefa del servicio de lavandería del INCAN, quien recibió los dos nuevos secarropas el 24 de noviembre. Las nuevas lavarropas llegarán en diciembre, explica la Jefa del Departamento de Administración del INCAN, Lic. Silvia Martínez.

Otras mejoras

Agrega que el servicio de lavandería también será objeto de mejoras edilicias como pintura y otros arreglos. "Hasta cuatrocientos kilos de ropas por día lavamos. Llevamos una estadística", describe Montiel.

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El servicio de lavandería del INCAN tiene a su cargo el lavado de ropa hospitalaria –sábanas, batas y toallas entre otras- de los Departamentos de Cirugía Oncológica y sus divisiones de quirófano e internados, Oncología Radiante, Urgencia, Unidad de Cuidados Intensivos Pos Operatorios, el área de internación del Departamento de Oncología Clínica / Quimioterapia, Radiología. Lo componen 11 funcionarios que trabajan en horarios intercalados.

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