Fortalecida por una victoria en Colorado el martes 8 de noviembre, una controversial campaña para permitirles a los pacientes terminales acceder a medicamentos para terminar con su vida se está moviendo a otros campos de batalla a lo largo de la nación. Los habitantes de Colorado aprobaron por una abrumadora mayoría la iniciativa para que los médicos prescriban drogas letales para pacientes terminales, en pleno conocimiento de sus actos, que quieran terminar con sus vidas.
Colorado es el sexto estado en permitir esta práctica, siguiendo a Oregon, Washington, Montana, Vermont y California. Washington DC está a punto de aprobar una legislación similar.
La propuesta de Colorado enfrentó la resistencia de grupos religiosos con objeciones morales y defensores de los discapacitados, recelosos del abuso de poder. Los opositores recaudaron más de 2,6 millones, la mayor parte de los cuales provinieron de la Arquidiócesis de Denver.
Los partidarios, que argumentaron que los pacientes en fase terminal merecen la opción de "morir con dignidad", recaudaron más de US$ 5,4 millones, principalmente de la Compassion & Choices Action Network. Ambas cifras están detalladas en los reportes que deben presentar las entidades para trasparentar las donaciones que reciben ante la secretaría de estado de Colorado, y que Kaiser Health News revisó.
"Colorado demuestra lo que hemos estado diciendo: los votantes quieren leyes que ayuden a morir porque quieren tener todas las opciones posibles al final de la vida", dijo Toni Broaddus, director nacional de asuntos políticos y abogacía en Compassion & Choices. Los defensores llevaron el tema directamente a los votantes después que los legisladores de Colorado rechazaron una propuesta similar el año pasado.
Cuando se contaron todas las boletas al día siguiente de las elecciones, la medida había ganado por un margen cercano al 2-1. Colorado fue uno de los 19 estados que consideraron leyes sobre el derecho a morir este año. La nueva ley de Colorado, basada en la ley de Oregon de 1997, requiere que los pacientes hagan dos peticiones verbales con 15 días de diferencia y una solicitud escrita, observada por dos testigos, para obtener una medicación letal. Dos médicos deben afirmar que al paciente le quedan seis meses o menos de vida.