El sistema CRISPR ha revolucionado a la comunidad biomédica por su aparente facilidad de uso y eficiencia en comparación con otras herramientas anteriores.
Estados Unidos también ha dado luz verde para que se realicen ensayos a humanos con esta nueva técnica, pero finalmente China se ha adelantado: "Creo que esto va a desencadenar un Sputnik 2.0, un duelo biomédico entre China y Estados Unidos, algo importante porque la competencia generalmente mejora el producto final", aseguró Carl June, especialista en inmunoterapia de la Universidad de Pensilvania, a Nature. El país asiático también fue el primero en modificar genes de embriones humanos (no viables) y de monos mediante esta herramienta.
En el origen del CRISPR está el científico español Francis Mojica, que descubrió en el ADN de unos microbios en las salinas de Santa Pola (Alicante) unas secuencias que ejercían de defensa contra los virus.
Estas cadenas podían ser modificadas al antojo de los investigadores: bien eliminando algunas moléculas o insertando nuevas, abriendo una infinidad de oportunidades en el campo de la manipulación genética. Pronto se sabrá si la lucha contra enfermedades como el cáncer está entre ellas.