Por primera vez en el Paraguay, un sacerdote de la Iglesia Católica fue condenado por un Tribunal de Sentencia al ser hallado culpable de abuso sexual de niños (según la denuncia, manoseaba a monaguillos). El histórico fallo ordenó la inmediata reclusión del predicador redentorista Estanislao Arévalos, hasta cumplir seis años de prisión en la Penitenciaría de Emboscada. El religioso estaba en cuasiparroquia Divino Espíritu.

Si bien el Ministerio Público, representado por la fiscal Clara Ruiz Díaz, solicitó siete años de prisión, la defensa pidió la absolución del acusado, asegurando que no existen pruebas suficientes para condenarlo. Sin embargo, el Tribunal de Sentencia, por unanimidad, lo condenó a seis años y ordenó se levante la prisión domiciliaria y su traslado inmediato para la reclusión en el mencionado penal.

El colegiado estuvo integrado por los magistrados Héctor Capurro (presidente), Juan Carlos Zárate y Cinthia Lovera. El presidente del Tribunal, al momento de dar a conocer el fallo dijo que la actitud del sacerdote es doblemente reprochable. "La gravedad del reproche es alta, teniendo en cuenta lo que él representa", expresó.

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Capurro también hizo referencia al pedido de perdón que hasta hoy día hace la Iglesia Católica por los casos de pederastia y pedofilia cometidos por sacerdotes y obispos, inclusive en la década de 1960 y que en esa ocasión no dieron la debida importancia.

"Las mismas manos que consagraron el Cuerpo y Sangre de Cristo, fueron las mismas manos que manosearon a los niños", manifestó el magistrado a título personal, al tiempo de indicar que el sacerdote se aprovechó de la confianza e inocencia de los dos monaguillos, uno de 12 y otro de 13 años en ese momento, a los que manoseó en el lapso de agosto a noviembre del 2013.

Asimismo, el colegiado también remitió a la Fiscalía los antecedentes para una investigación al padre Vicente Soria, provincial de los Redentoristas, ante los indicios de que habría incurrido en declaración falsa durante el desarrollo del juicio.

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