Washington, EEUU. AFP.

Hillary Clinton había previsto festejar su victoria en una sala con un techo de vidrio inmenso, pero su fracaso frente a Donald Trump le impidió romper esa barrera simbólica, dejando desamparadas a miles de mujeres que temen por sus derechos. Una de las razones por las cuales Natasha Dodge votó por la candidata demócrata fue la perspectiva de suprimir los obstáculos que entorpecen el avance profesional de las mujeres.

"No hay más lugar para nosotras", lamentó esta estudiante de 19 años cuando se enteró de los resultados de la elección. Para Natasha, Clinton era una "figura maternal" y cree que el discurso del presidente electo podría "normalizar el odio contra las mujeres". Para Julie Potyraj, de 29 años, el fracaso de Clinton es algo "muy personal" que demuestra que "las mujeres siempre tendrán que esforzarse más y (que) nunca será suficiente".

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El techo de vidrio "es más sólido de lo que muchos anticiparon", señaló Daniel Moshenberg, especialista en temas de género de la Universidad George Washington, quien constató el abatimiento de varias votantes.

El miércoles 9, tras perder la elección ante Trump, Clinton pidió nuevamente disculpas por no lograr quebrar ese famoso techo. "Algún día alguien lo hará, y espero que ello suceda antes de lo que creemos hoy", lanzó frente a muchas jóvenes en llanto.

Esta semana se lanzaron varias convocatorias a través de las redes sociales con el objetivo de reunir a "un millón" de manifestantes en una marcha a realizarse en enero, en Washington, durante la investidura de Trump. La idea es expresar esa angustia y "denunciar la agenda del miedo, del odio, de misoginia y de discriminación" del próximo presidente. Muchas mujeres se sienten "traicionada" porqué el 42% de sus conciudadanos votó por el republicano pese a la avalancha de declaraciones sexistas durante la campaña.

"Porvenir será más precario"

Más allá de su simbolismo, "el fracaso de Clinton significa que el porvenir de las mujeres será más precario" sobre algunas cuestiones, señala Jennifer Lawless, especialista en temas de género en la política de la Universidad Americana.

Recuerda además que, en algunos problemas sociales como la igualdad salarial o la contracepción, existe una "lucha partidaria" entre republicanos y demócratas. Son todos asuntos sobre los cuales Hillary Clinton "o cualquier candidato demócrata" hubieran trabajado.

Clinton defendió el derecho al aborto durante la campaña, mientras que Trump se opuso. El presidente electo confirmó el domingo que nombrará para la Corte Suprema a jueces que son anti-aborto, lo que podría significar el replanteamiento de este derecho.

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