Por Augusto dos Santos

Periodista

John L. O'Sullivan se llamaba un periodista norteamericano que en 1839 suscribió un artículo periodístico que le daba un barniz justificante a la idea de expansión política y territorial de EEUU.

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Aseguraba que esta Nación era asiento de un pueblo escogido por Dios cuya misión divina era la expansión. Por lo tanto para don O'Sullivan, el ocupar territorios y crecer no era una cuestión discutible, era un destino al cual no se podía renunciar sin herir gravemente la sacrosanta relación de los hijos de estas tierras con el mismísimo Dios nuestro señor. Es más, la cosa no era solo crecer en territorios, sino llevar la bandera de la libertad y la democracia y de paso dar una mano "a las razas inferiores". Una especie de ñande peicha guarã dicho en inglés del siglo XIX.

La declaración del "Destino Manifiesto" calzó como anillo al dedo en un tiempo de erupción nacionalista y expansionista de los Estados Unidos y resolvió desde la moral del plan divino cualquier debate sobre las razones de preeminencia.

Refritando la lógica de O'Sullivan, no posible entender como ha estado tan ausente del debate previo de las elecciones norteamericanas –a propósito de destinos y de preeminencias– la fuerza definidora del norteamericano blanco, dominante histórico y su terror activante al respecto de un futuro acosado por las estadísticas de expansión de "otras razas". Este es el "destino manifiesto", la tecla, que reivindica –177 años después– Trump con una suerte envidiable.

SIGNIFICANTE VACÍO

Trump debe saber muy poco sobre ideologías, pero fue orientado a sembrar en el generoso suelo de los significantes vacíos. Espacios contenedores, construidos en base a gigantescos y potentes enunciados, absolutamente hospitalarios de diversas aspiraciones. Con ellos logró generar la más rotunda empatía de amplios sectores olvidados por la política norteamericana.

Dentro de este rumbo Trump habló a segmentos de la sociedad, a los que referíamos antes, que aún obvios (blancos preeminentes) y estaban despojados de cualquier afecto puntual de los candidatos en sucesivas campañas. Una generación de políticos de Estados Unidos se sintió muy cómodo luciendo como una conquista intelectual y humanista la inclusión del voto afroamericano y luego el latino. Nadie en todo este tiempo hizo ninguna alusión especial al voto blanco ni a los blancos porque –por alguna razón de contraste– solo nombrarlos como objeto de preferencia parecía configurar un signo de discriminación. Trump no tuvo reparos en anidar allí la fortaleza de su discurso.

Trump detonó la evocación del imborrable sueño del american way of life, que trazó en el aire un círculo tan amplio de aspiraciones que finalmente entraron todos los que sentían que un verdadero "tendota" de EEUU debía pensar de la manera de su líder de cabello naranja.

Finalmente, según el viejo Laclau un significante vacío es como cuando alguien enuncia "queremos que la selección paraguaya recupere su grandeza" y sencillamente terminamos colocándolo al "Chiqui" sin preguntarle nunca cómo lo hará, porque la motivación es tan paradigmáticamente abarcante que allí caben todos los sueños. Las realidades ya se irán viendo.

¿QUO VADIS ANR?

Parece claro que la intención del oficialismo colorado no es buscar ahora la unidad de los colorados, al menos antes de las internas, porque prefiere que ese examen le brinde una prueba irrefutable de su capacidad para construir mayorías con miras a las elecciones del 2018.

Es un juego riesgoso porque también podrían haber intentado una forma de unidad que se base en la diversidad, que admita las disidencias y que peligre menos la fractura del partido en vísperas de los comicios nacionales de abril del 2018. Tales internas recién están fijadas para noviembre del 2017, salvo que, finalmente, se convoque a una convención por la reforma y ello suponga un nuevo evento.

La ANR aguarda mientras tanto una resolución de la Justicia al respecto de los votos rebeldes del Senado y Diputados.

El presidente Cartes reapareció esta semana en el escenario político con una advertencia "no les vamos a echar, pero no podrán ser candidatos" a lo que el temperamental legislador colorado Enrique Bacchetta respondió con una frase conmovedora: "Si nos quieren suspender vamos a convertir en un infierno el país".

Oficialistas y opositores colorados juegan a la pulseada. Pero no juegan en cualquier lugar, lo hacen en la cornisa de un edificio de 50 pisos y sin red de contención. Por fortuna para la ANR la oposición tampoco se reúne a tomar mate dulce y a tejer punto cruz, sino también sabe ser generosa en incidentes.

MI HERMANO TE VA A PEGAR

Se acuerdan de esta clásica amenaza del compañerito que a sabiendas de tener un hermano grandulón andaba por los pasillos exaltando su fuero de hermano protegido. Más o menos esa fue la orientación del discurso de Blas Llano en la semana pasada cuando aseguró que Efraín le teme a Lugo.

Esa no fue una frase cualquiera, fue una frase para tomarla con pinzas por dos motivos. 1) porque Blas Llano produce un acercamiento a Lugo aparentemente para potenciar su movimiento en las internas, y b) porque el llanismo hasta ahora se ha mostrado renuente al tema de la reelección. Entonces ¿por qué entonces se temería a Lugo?

Quizás una respuesta se podría encontrar en un aliado siamés de Llano, el senador Silva Facetti, quien durante una entrevista en "Radio y Cía." de la 970, dijo que si bien estaban en contra de la reelección, si Lugo encontraba un camino legal para presentarse en los comicios estarían dispuestos a respaldarlo.

Alegre nunca respondió a Llano. Ambos son muy astutos para pisar los palitos que ambos se van tirando en el camino.

DOS DIVIDIDO UNO

Con la bancada de Avanza País en el Senado se produjo una operación matemática más simple que el helecho: eran dos y se dividieron. Aparentemente "se olvidaron" de informar a López Perito de los acuerdos con la ANR por la imposición de Enrique García en la Contraloría, lo que motivó la salida del ex hombre fuerte de Lugo. Era la crónica de un final anunciado. Cada vez más lejos de sus amigos con los que compartió la posición en las elecciones del 2013, ahora López Perito busca acuerdos con sectores cooperativistas (con los que otros sectores políticos también buscan acuerdos) para construir una plataforma electoral que lo enfile de nuevo hacia el Congreso.

UNA ECUACIÓN PREVISIBLE

No será fácil para el oficialismo sostener la mayoría en la Cámara de Diputados aunque es improbable que existiera desde allí una iniciativa destituyente. Las consecuencias de la constitución de un nuevo gobierno sería un potenciador de las posibilidades de unidad de la ANR y la oposición se siente cómoda con la actual división de cara a las elecciones del 2018 aun cuando ella no ha podido reparar hasta hoy sus propias divisiones.

Las causas de la tensión en diputados se pueden atribuir a varios factores particulares, pero existe uno genérico: la presión que soportan los diputados desde sus representados regionales para conquistar cuotas de poder en la medida en que se aproximan las definiciones electorales. Es por esto también, que solo aquellos candidatos – en su mayoría de zonas fronterizas que tienen "finanzas propias" ( muchas de ellas de origen sospechoso)– son los que tienen vuelo para iniciar campañas anticipadas. En el caso de la ANR, es probable que los diputados oficialistas aumenten paulatinamente sus cuotas de demanda en la medida en que el sostenimiento de la mayoría se dificulte más y dependa de menos voluntades. Simple ley de la oferta y la demanda.

PLURALIZACIÓN DE LA NARCO POLÍTICA

El presidente de la Cámara de Senadores, Robert Acevedo, (varias veces aludido sobre vínculos con el mismo flagelo) dijo en la última semana que la pobreza y la complicidad de la Justicia y la Fiscalía son elementos determinantes para la existencia de la narcopolítica

A tan importantes razones habría que agregar que – de acuerdo a las versiones- tal narcopolítica ha dejado de ser hace mucho tiempo patrimonio de unos candidatos del sector oficialista, ya que también financiaría a algunos candidatos del PLRA y en las próximas elecciones se verá con claridad a que otros sectores supo llegar en este tiempo. Obviamente como todo hecho mafioso son asuntos hartodifíciles de comprobar.

Esta pluralización de la narcopolítica deja corta a las declaraciones de Acevedo, que se olvida de mencionar a un actor fundamental: el político que incurre en tal financiamiento que no es, ni mucho menos, un actor de reparto ni el abuelo de Heidi.

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