Condenas de entre 7 a 14 años de prisión fue la impuesta por el Tribunal de Sentencia a los cincos ex policías que en el 2013 secuestraron por unas horas a dos mujeres, esposa e hija de un supuesto narcotraficante. El hecho ocurrió en Capiatá y los entonces agentes exigieron dinero a cambio de la libertad. Asimismo, el colegiado remitió los antecedentes del caso al Ministerio Público pidiendo investigación a las víctimas por falso testimonio y porque estarían involucradas en narcotráfico.

Fueron sentenciados a 14 años de prisión el suboficial mayor Jorge Raúl Arzamendia, el oficial 1° Eugenio Luis Álvarez y el Crio. Principal. Carlos Donato García, mientras que la pena de siete años de cárcel fue para la suboficial 2° Mirtha Ayala y el oficial 1° Juan Walberto Almada. También se dispuso el traslado de todos los uniformados a la Agrupación Especializada, donde cumplirán su condena.

El Tribunal fue conformado por las juezas Gloria Hermosa (presidenta), Alba González y Mesalina Fernández. La condena se ajustó a lo solicitado por el fiscal Javier Ibarra. La defensa adelantó que apelarán la sentencia.

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Además de la condena, el colegiado también ordenó la remisión al Ministerio Público de los antecedentes de las víctimas, Virginia Benítez y el de su hija, Laura Bogado. Solicitó la investigación del hecho punible de falso testimonio, ya que ambas dijeron que no firmaron documento alguno cuando fueron retenidas.

Sin embargo, en un acta policial consta la rúbrica de ambas y la pericia caligráfica aseguró que las firmas corresponden a las víctimas. En el documento, los policías dejaron constancia que las mujeres fueron detenidas en el marco de un procedimiento y se halló cocaína en su vehículo.

Cuatro de los uniformados –menos Donato García– declararon ante el Tribunal y dijeron que efectivamente hallaron la droga en la camioneta. A cambio de no remitir los antecedentes a la Fiscalía, la señora Benítez les ofreció dinero a los policías.

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