La Presidencia de la República informó que paraguayos descendientes de los pueblos originarios asentados en la comunidad Libio Farina, Puerto Casado, lograron una cosecha récord de cebolla y tienen la expectativa de obtener un muy buen margen de rentabilidad con su comercialización.

De acuerdo a los datos, una articulación entre el Gobierno - mediante el programa Tekoporã -, el Comité Voluntario Menonita de Loma Plata y las familias de la mencionada comunidad permitió obtener, en solo tres meses, una cosecha de 12 mil kilos de cebolla.

El valor de comercialización del producto llega hasta los G 70 mil por bolsa, "permitiendo así a las familias obtener un buen margen de rentabilidad por la venta del mismo."

"Al ingreso neto de ganancia se le resta solamente un 5% que debe ser reembolsado al Comité de Voluntarios Menonitas, en concepto de devolución del préstamo inicial por los insumos que fuera concedido para el proyecto", añadió la divulgación.

La producción movilizó a las 60 familias del lugar.

Si bien el proyecto nació hace tres años, a iniciativa de la propia líder de la zona, Francisca Centurión, los trabajos llevaron su tiempo para afianzar la explotación del rubro.

"Inicialmente las familias recibieron los plantines de cebollas proporcionados por miembros del comité, estableciendo así el vínculo comercial que se afianzaría con los años", dijeron también responsables del programa Tekoporã.

Los pobladores de Puerto Casado, quienes se dedican exclusivamente a la caza y al cultivo agrícola, están incorporados al Programa Tekoporã desde que este se inició, hace 11 años.

Las familias cumplen absolutamente con los compromisos de corresponsabilidad que contempla el Programa de Protección Social y todos los niños son monitoreados por los Guías Familiares en cuanto al cumplimiento de seguridad alimentaria, matriculación y esquema de vacunación al día, remarcó la Coordinadora distrital de Puerto Casado, Rosa García.

La funcionaria destacó, además, "la visibilidad de la mujer en la comunidad indígena en particular, que se evidencia a través del empoderamiento y la proactividad para el impulso de proyectos que les permiten sacar adelante a sus familias."

"Las Transferencias Monetarias con corresponsabilidad (TMC) tienen un significado que van más allá de ser un simple recurso económico, porque permitieron incluirlos en un esquema social que hoy los tienen absolutamente incorporados en su ritmo de vida", afirmó asimismo García.

"A través de la telefonía celular reciben sus TMC, bimensualmente, y cumplen con los compromisos asumidos con su entorno familiar. Si bien el bienestar general de los niños es una premisa importante en Tekoporã, los pobladores de Puerto Casado, aprendieron además a organizarse y a articular esfuerzos para el logro de sus objetivos, dando un claro ejemplo de proactividad, no buscando solamente alimentos para sobrevivir, sino para fortalecerse como individuos que son parte de una comunidad cuyo objetivo es mejorar la calidad de vida de su gente", finalizó la funcionaria.