Finalizada la ceremonia los nuevos esposos compartieron con sus invitados una elegante velada en el salón Anexo II del Club Centenario. La novia lució un vestido de corte sirena confeccionado en guipure con delicados detalles de pedrería, creación de Elizabeth Daniel.

A modo de tocado llevó una corona de perlas y en sus manos portó un ramo de coloridas flores naturales preparado por Lupe Fiorio.

La profesional, además, se encargó de la ambientación de la fiesta, una decoración de temática vintage romántico donde hubo mucha madera, flores blancas, baúles, barriles, pizarras, cuadros, fotos y guirnaldas de lucecitas, destacándose los tonos blanco, marrón y beige. Cartasso Catering estuvo en el servicio gastronómico de esta boda coordinada por Fiorella Bibolini.