- Por Gabriela Rojas Teasdale *
- @GabyTeasdale
Vivimos tiempos difíciles. Nos preocupa la economía, la seguridad y nuestra relación con el ambiente. La tecnología nos absorbe y estamos tan atareados que muchas veces nos olvidamos de mirar al otro. Tenemos la tendencia a ver el vaso medio vacío.
Es un pesimismo generalmente alimentado por quienes prefieren trascender apoyados en el fracaso de otros. El pesimismo del "no puedo", "no tengo tiempo", "no sirvo para eso".
Pero frente a la incertidumbre, la apatía y el miedo están quienes apuestan por la ilusión, la esperanza y el éxito. Quienes se emocionan con la posibilidad de que las cosas cambien para mejor.
Hace un año iniciamos un proyecto asombroso, una iniciativa social para capacitar a nuestros compatriotas en valores. De la mano de la Fundación de Liderazgo de John Maxwell organizamos entrenamientos que ayudan a sus participantes a ser más responsables, honestos, comprometidos y a tener una mejor actitud con los demás. Los ayudan a entender que el cambio empieza por uno mismo y que pequeñas acciones terminan marcando una gran diferencia.
Fue un camino largo en el que tuvimos que sortear obstáculos. Muchos nos abrieron las puertas, otros no. Pero aun así seguimos adelante apostando por nuestra gente, porque creemos firmemente que una nación crece, se desarrolla y progresa si tiene como cimiento una población rica en valores.
Hoy podemos decir con orgullo que en apenas seis meses llegamos a más de 60.000 paraguayos a lo largo y ancho de todo el país. El gerente general de una empresa, la maestra de una comunidad del interior o el líder de una pequeña iglesia: todos tienen en común el haber iniciado una transformación positiva con beneficios que van más allá de lo personal extendiéndose a la familia, el barrio y la comunidad.
Las historias de transformación que nos llegan a diario cristalizan nuestro esfuerzo, animándonos a continuar con mayor ímpetu.
El 28 de noviembre, John Maxwell llegará a nuestro país para entrenar a los facilitadores que guían las capacitaciones. Será la cuarta vez en el año que visita el país, un gesto que demuestra su compromiso con un proyecto que ha tocado especialmente su corazón: el ejemplo de Paraguay está presente en cada una de sus conferencias, en sus conversaciones informales, en sus planes a futuro.
Como paraguaya me siento orgullosa de los compatriotas que nos acompañan porque ellos reflejan también mi ilusión de vivir en un país diferente. Desde este espacio los invito a que se sumen a nuestra iniciativa, a que se incorporen a los entrenamientos desde sus organizaciones, empresas y familias.
Para que dejemos los viejos vicios y transformemos nuestra sociedad. Para que Paraguay sea un modelo en Latinoamérica.
Para que los paraguayos dejemos de decir "no puedo" y dejemos de pensar "no sirvo para eso".
*Presidenta de la fundación Transformación Paraguay
www.transformacionparaguay.org