En un mundo en el que la globalización en todas las áreas es cada vez más acelerada, hay dos factores que deben ser tenidos en cuenta cuando se pretende lograr un crecimiento sostenido. Hablamos de la competitividad y la innovación. Estas dos acciones están unidas estrechamente una a la otra.
En la medida en que crece la competencia, necesariamente debe darse de manera permanente la innovación, tanto en el sector privado como en el público, para lo cual el Estado debe promover mecanismos que permitan compartir las consideradas mejores prácticas y experiencias en la calidad y la innovación.
Esto permitirá que más empresas tengan la intención de innovar lo que realizan para beneficio propio y, en un plazo determinado, será también beneficioso para sus clientes, para sus usuarios, en definitiva, para la gente.
La competencia y la innovación si bien se dan mayormente en el sector empresarial, deben ser extendidas en otras áreas, como la social y la educativa, donde las estructuras de trabajo siguen atadas a viejos modelos.
Hay que decir que se entiende como innovación cuando se habla de cambio, desarrollo y transformación que pueden ser aplicados en las empresas. Si vamos a la definición de la palabra misma, para la Real Academia Española (RAE) es "la creación o modificación de un producto y su introducción en un mercado".
Es bueno entender que el mundo tiene un acelerado proceso de cambios por lo que las empresas (tanto públicas como privadas) no pueden dejar de considerar tener como norte la innovación constante para mejorar sus condiciones para competir en el mercado.
Si no lo hacen, corren el riesgo de quedar estancadas mientras otras crecen de manera acelerada.
Con esta visión, a nivel local, el Gobierno, mediante organismos dependientes como el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) y la Comisión Nacional de Calidad (CNC), impulsa acciones que permitan promover la competencia y la innovación. En ese contexto, se entrega por primera vez un reconocimiento a las 10 empresas finalistas del denominado "Premio a la Calidad y Excelencia en la Gestión - 2016".
El evento de distinción se realizó ayer en el Banco Central del Paraguay (BCP), oportunidad en la que también se hizo el lanzamiento del IV Foro Nacional de Calidad e Innovación que irá hasta el viernes. Los impulsores de esta premiación sostienen que el reconocimiento sirve para resaltar las gestiones de aquellas empresas que realizan sus actividades con esmero para obtener buenos resultados, mediante un enfoque de cambio hacia la gestión de calidad total.
De acuerdo a la argumentación, el premio es un reconocimiento a las empresas para que puedan mejorar aún más en sus gestiones y obtener la mejor calidad posible, y sean ejemplos de otras que deben zambullirse en el mundo de la innovación. Las 10 organizaciones y empresas finalistas de la primera edición de esta premiación fueron Envaco SA, Pronet SA, Transformadores Paraguayos SA, Industria Paraguaya de Gases SA, Arcondo SA por el sector privado; mientras que los finalistas del sector público fueron Secretaría Técnica de Planificación del Desarrollo Social (STP), Universidad Nacional de Concepción, Dirección Nacional de Aduanas (DNA), Instituto Nacional de Tecnología, Normalización y Metrología (INTN) y el Programa Ampliado de Inmunizaciones (PAI).
Para la elección, según se explicó, se hizo un proceso de evaluación de las organizaciones que se postularon y en setiembre de este año se realizaron las visitas de verificación técnica a las organizaciones que llegaron a esa instancia del proceso. La evaluación estuvo a cargo de 5 jueces y 20 evaluadores provenientes de Uruguay. Es decir, la premiación se realizó con un estricto control y verificación.
Este tipo de acciones sirve para resaltar el esfuerzo de las empresas y empezar a socializar la importancia de la innovación para el proceso de crecimiento del país. Sobre el punto, se debe indicar que es importante trabajar en una política nacional de calidad, que se convierta en un instrumento de gestión para la competitividad y la innovación.
Un país como el nuestro, golpeado por la ineficiencia pública heredada por gobiernos incapaces de levantar al país, debe redoblar el esfuerzo para que esta línea de competitividad e innovación permanente esté entre las prioridades de las empresas, sean éstas públicas o privadas.