La actriz, modelo, dj e influencer argentina tuvo un paso breve por Asunción en el cual conversó en exclusiva con VOS. ¿Cuál es la receta para lograr el éxito internacional sin perderse en el camino? Para ella hay una sola respuesta: la autenticidad.

Entrevista: Jazmín Ruiz Díaz Figueredo

Fotografía y edición digital: Javier Valdez

Posando para una producción de moda en la Costa Amalfitana. Entrenando en Los Ángeles para la maratón de Nueva York. Llevando la antorcha olímpica en la apertura de Río 2016. Es lo que nos cuentan solo tres imágenes de las miles que hay en la cuenta de Instagram de Calu Rivero, y ni siquiera son las más excepcionales.

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La argentina de 29 años es actriz, modelo, dj y los medios la catalogan también como it girl (definición que no es su preferida); pero sin dudas, son las redes sociales la dimensión en donde su reinado se extiende en todo su esplendor. Ellas la han llevado tanto a ser elegida por Stella McCartney para su serie grabada en París One City One Girl, como por la Biblia de la moda: Vogue, tanto en la edición española como en la Vogue Girl Japan.

Calu es influencer. Ese término que se escucha cada vez más y que se podría definir como "la persona que tiene la capacidad de influir a través de redes sociales y acciones en el mundo tangible, en el segmento específico que le sigue, aportando valor a la marca", como nos precisa la experta en marketing digital Carla Cassanello.

Calu no le teme a este término y tiene bien claro hacia dónde se dirige el negocio: "Creo que es muy respetable porque hay que asumir los cambios, reconocerlos, y si querés ser parte, saber que hay cosas que se van a llamar de esa manera. Y todo va para allá. Las redes sociales juegan un rol muy fuerte, tan fuerte que hoy existe un nuevo rol que es el influencer."

Pero así también, hace una aclaración: "Está bueno saber de qué sos influencer. Eso es lo más valedero. A mí me gusta ser influencer de lo ecológico, de la comida, de los valores, del deporte; no de 'está bien que te pongas esto o no'. Entonces, no le tengo ningún prejuicio a la palabra. Me parece que justamente es una nueva palabra de esta generación que surge y cada vez va a ser peor. En algún momento vas a tener que estudiar y va haber una universidad para eso. Se va a poner todo más serio."

El factor auténtico

Así como Cassanello aclara que "influenciadores hubo siempre" (es decir, figuras que son pagadas por una marca para promocionar un producto), con la aparición de las redes, las reglas cambian. Porque aquí, por un lado, se puede medir mucho más precisamente la llegada del contenido, y por el otro, entra a jugar la autenticidad.

Y auténtica es una palabra que a Calu le sienta como un guante:

"Yo soy, ante todo, muy verdadera con mis redes. Primero: me las manejo yo. Entonces, pasa por mí, por lo que yo siento y lo que quiero contar. Con las marcas que hago contenido es porque me representan cien por cien. O sea, no hago cualquier cosa por la plata. Elijo marcas que para mí pueden tener un vínculo familiar en el buen sentido, ¿no? Que también me representen, sobre lo que yo tenga algo que contar, que tengan algo para darme. Creo que por eso también es que cuando hablo de una marca lo hago de frente."Foto: Javier Valdez

Su compromiso con el medioambiente es clave y no se limita a lo que expone en redes, sino a un estilo de vida: Ella es vegana, ecowarrior y solo consume productos cruelty-free.

A menudo, en sus entrevistas se reiteran las palabras "pasión", "amor" y "valores". Y no es casual. Esta conjunción de conceptos llevó a la catamarqueña de nacimiento criada en Córdoba a abrirse campo en Buenos Aires, a donde llegó a los 19 años decidida a ser actriz. Allí se formó en la escuela de Norman Briski y empezaron sus participaciones en telenovelas; entre ellas, Patito Feo, Casi ángeles, El elegido, Dulce amor y Mis amigos de siempre.

A partir de allí, ha despegado con la fuerza de una estrella a la que no hay rincón del mundo que la retenga por mucho tiempo. En Asunción estuvo doce horas (desde las 21:00 del viernes a las 9:00 de la mañana siguiente), "pasando música" -como le gusta decir- en El club del whisky. Ese mismo día, llegaba horas antes a Buenos Aires de Los Ángeles. Al día siguiente, le tocaba volver a su país natal, y 24 horas después, volaba a Uruguay en donde grabaría un cortometraje que se estrena a fin de año.

Justamente, "pasión" es lo primero que responde cuando le pregunto cómo hace para resistir un itinerario tan intenso con tanta energía y sin perder la sonrisa. Y continúa: "Cuando elijo ser parte de algo lo hago solamente porque me da ganas. Porque quiero ir, porque quiero ser parte, porque me apasiona. Y esa es una energía que se recicla constantemente. Yo llegué hoy de Los Ángeles y no puedo creer que en doce horas me tengo que tomar otro vuelo. ¡Qué me importa! Estoy en un lugar increíble, conociendo nueva gente, compartiendo este momento, esta noche".

La frase "música por favor" es ya su marca personal, tanto que la lleva tatuada en el antebrazo. Y si bien la música se ha vuelto un pilar en su carrera, ella prefiere definirse como "dj ocasional".

En cambio, al hablar de su faceta de actriz, enfatiza que se trata de algo más profundo: "Con la actuación siento que estoy más conectada con mi verdadero yo artista, mucho más consciente de lo que quiero hacer y de lo que yo proyecto en mi carrera".Y como la estrella del éxito brilla para Calu como para pocas artistas, en una entrevista reciente para Planeta Urbano se menciona que su nombre ya suena en el circuito cinematográfico estadounidense.

Ella es más discreta al hablar de su presente actoral: "Estoy eligiendo... conociendo gente muy interesante, haciendo muchas cosas que van a salir dentro de poco... Decidí tomármelo no como esto de que 'quiero estar en la pantalla caliente por estar', sino haciendo cosas de las que me siento orgullosa, con gente que admiro, con gente que me inspira. Estoy haciendo otro camino, pero también afuera, sembrando afuera".

Como íconos de estilo destaca a Edie Sedgwick y Jane Birkin. Referentes "de mujeres, que también con su personaldiad, su forma de ser y su rock fueron avanzando en la vida. Eso me parece bastante inspirador", dice. Mientras, si hablamos de cine, suena "Almodóvar, obviamente; me siento muy identificada con sus películas. Los hermanos Cohen si tuviera que delirar en deseo, me fascinan. El cine es algo que me apasiona, disfruto mucho ese arte y me encanta ser parte. Mi prioridad siempre va a ser actuar".

It girl con los pies bien puestos en la tierra. Influencer con compromiso social. Dj por las noches y dedicadísima runner durante el día. Recorre el mundo pero sin dejar de dedicarle tiempo a su familia. Calu supo reunir lo mejor de los mundos, y sobre todo, hacerse un camino propio en el que ella marca sus propias reglas:

"Todo lleva su tiempo, su proceso. Me acuerdo cuando vine de Córdoba a Buenos Aires, también me llevó todo un proceso llegar a actuar, y yo soy de las que disfruta con su alma, y después, se hace una buena base. No me desespera".

Agradecimientos: El Club del Whisky

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