París, Francia | AFP |
"Desde que tomo media cucharada todos los días en un yogur, no he tenido ni un resfriado", afirmó Claudia Guilloff, alabando las propiedades del maqui, una baya del sur de Chile que se apresta a conquistar Europa siguiendo la senda de la quinoa.
Este fruto, oscuro y de un tinte indeleble, nace salvaje en los parajes de la Patagonia, en el sur de Chile, y hasta ahora era bastante desconocido fuera de su país y sobre todo en Europa.
Esta semana, esta baya compitió codo a codo con otros granos y frutas latinoamericanas que aprovecharon el Salón Internacional de la Alimentación (SIAL) de París para seducir a gourmets, vegetarianos y dietistas con la ambición de imponerse como los nuevos "superalimentos".
Claudia Guiloff, gerente de Nativ for Life, una empresa chilena especializada en "superfrutas" ecológicas y liofilizadas, vierte delicadamente el polvo violeta del maqui en un yogur. La delfinidina, el pigmento violáceo que contiene el poderoso antioxidante, también está presente en otros frutos como la mirtilla y el arándano.
"Mis clientes vienen sobre todo de Corea del Sur y de Estados Unidos. En Francia sólo tengo un cliente", contó Guiloff a la AFP.
La demanda de maqui es tal que durante el período de cosecha algunos habitantes del sur de Chile ganan hasta 20.000 dólares en un solo mes. "En un país donde el salario mínimo es de 500 dólares, la cosecha de enero puede mantener a una familia durante un año", dijo.
LA CHÍA
Otra de las estrellas del salón, es la chía, un grano originario de México. Rica en proteínas, Omega 3 y antioxidantes, este producto es cultivado y no crece salvaje.
El entusiasmo es sobre todo "perceptible en Estados Unidos, pero también en Alemania, Holanda y Europa del Este", contó Sebastián Macías, presidente de la sociedad Agrovita, con sede en Tucumán, en Argentina. "Los alemanes la importan por contenedores de 25 toneladas", contó.