- Por Cristóbal Nicolás Ledesma Salas
En noviembre se jugará el último combo del año, de los clasificatorios para el Mundial de Rusia, donde se podrá marcar el definitivo repunte de la Albirroja en este su sinuoso camino a la copa del Mundo y para ello deberá sacar por lo menos cuatro puntos para que se convierta en el combo de la vida de nuestro seleccionado.
Paraguay, si gana el juego ante los incaicos, podrá escalar a la cuarta posición, si se dan algunos resultados "lógicos" en esta fecha y culminar el año en la tercera, detrás de Brasil y Uruguay lo que, sobradamente, nos dejará en zona de clasificación directa. ¿Es demasiado optimismo? No, así de loco está todo y más después de nuestra victoria en la Argentina. Es más, suponiendo que asciendan (ganando obviamente) argentinos y chilenos, frenarán a Colombia que quedará por debajo de la Albirroja al igual que Chile. Esto siempre que ganemos a Perú y Bolivia.
De las condiciones ya no vamos a hablar, por lo evidenciado anteriormente. Claro que ahora ya no se permite un resultado adverso (derrota o empate) en casa.
Francisco Arce ya podrá tener un plantel "más normal" con retornos de mucha valía como Ortigoza y "Topo" Cáceres –por ejemplo– en una lista que debería ser más amplia atendiendo al juego a disputarse en la altura paceña.
Felizmente contamos con un público extraordinario, que hoy comprendió que su presencia es determinante para revertir las peores situaciones y que nada es fácil. Los ejemplos vividos ante los chilenos, que sorprendieron hasta a los mismos jugadores, y Colombia donde, pese a la derrota, se retiró con el "pirevai" lógico, pero sin agresión para nadie son muestras demasiado saludables para pensar que sí se puede.
En el momento de escribir este comentario, Hernán Pérez acaba de anotar un gran gol para el Espanyol y Darío Lezcano otro golazo para el Ingolstadt, en España y Alemania respectivamente, hechos que demuestran la capacidad que tienen y que debemos tener una mayor paciencia para con nuestros jugadores; hay condiciones para que nos brinden satisfacciones insospechadas en esta odisea hacia el país más extenso del mundo.
Paraguay tiene una mayor "responsabilidad", por encima de los demás seleccionados, en este combo, ya que enfrentará a dos equipos que están muy por debajo de las posibilidades de clasificación (Perú y Bolivia solo con 8 unidades), lo que puede servir como factor sicológico fundamental siempre que podamos capitalizar la situación, sin descuidar la capacidad de algunas individualidades de estos rivales que van a actuar de aguafiestas en muchos partidos.
Las posibilidades intactas, tras los últimos juegos, invitan a soñar en un futuro mejor y más con un plantel más completo que nos puede colocar en zona de clasificación.
Como pocas veces ocurrió en estas eliminatorias y que hasta ya dejamos de imaginarlo, llegamos noviembre para jugarnos el combo de la vida. Por ahora nos conformamos con cerrar los ojos y echar a volar la imaginación, esa misma que podrá convertirse en realidad si empujamos todos para el mismo lado.