La ciencia ficción se alimenta de la realidad, y en este caso, con una narración con evidente crítica a la sociedad. Si buscas algo que te destape el cerebelo y te de algo -o mucho- para pensar, esta es la respuesta.
Por: Jazmín Gómez Fleitas
Esta serie que ya tenía dos temporadas previas a su alianza con Netflix, no es para que la veas de una sentada o en maratón; darle la oportunidad a Black Mirror se trata de digerir cada episodio y verla con la mente fresca.
El hilo conductor en cada una de ellas es la tecnología, pero mejor dicho, el uso abusivo que se le da o podría dar, lo cual la convierte en una crítica social con todas las letras. Incomodan, provocan y hasta nos dejan un sabor amargo. Nos muestran el panorama más inquietante posible, para realizar una llamada a la conciencia de cada persona que la vea.
En estas nuevas historias que se traen, su creador Charlie Brooker explicó "No es que no me gusta la tecnología pero me preocupa el impacto que ejerce sobre la sociedad, porque nosotros, sus creadores, no tenemos los recursos para usarla correctamente". La tercera temporada está disponible desde ayer con 6 episodios siguiendo el formato de antología, historias independientes entre sí pero que guardan relación con un tema común.
Desde que salió la primera temporada en el 2011 no se ha dejado de destacar la manera excepcional en la que se juega con la exageración y la provocación en el espectador, para retratar a una sociedad adormecida y dominada por la tecnología. El nombre de Black Mirror -espejo negro en español- hace referencia a las pantallas de los celulares, de la tv o un monitor que "hoy puedes encontrar en cada pared, en cada escritorio, en la plama de cada mano".
Para refrescar un poco de qué se trataba la primera temporada que contó con tres episodios -la segunda, con cuatro- te contamos que en El himno nacional, se plantea un futuro próximo en donde la princesa británica es secuestrada por un hombre que le pide al Primer Ministro filmar un video perturbador y transmitirlo en cadena nacional, a cambio de liberarla. En 15 millones de méritos la única forma de librarte de un trabajo esclavizante que te sirve para pagar tus deudas es participando en un concurso en vivo. Y en Tu historia completa es posible que cada persona almacene todo lo vivido, verlo cuando quiera y reproducirlo para otras personas. Este último es tan bueno, que Robert Downey Jr. compró los derechos. Quién sabe y hace una película basada en él.
En esta nueva etapa de la serie que ya figura como original de Netflix, su creador afirma que ya no habrá ninguna escena tan perturbadora como la del cerdo en En himno nacional, pero sí explican que con esta es la temporada más ambiciosa. "Los capítulos son más largos, uno incluso llega a los 90 minutos y aunque todos cumplen con la función de exponer el mundo en el que vivimos, algunos de esos espejos quizá sea más optimista esta vez, pero siempre dejan un regusto agridulce". ¿Te animas a verla?