Michael J. De La Merced
© The New York Times 2016
SAN FRANCISCO.
Durante su vida útil de tres años, Zymergen se ha centrado en ayudar a diseñar genéticamente diminutos microbios, mediante el uso de la computación avanzada para ayudar a mejorar la automatización del proceso.
Ahora la joven empresa logró atraer una gran ronda de financiación para ayudar a expandir su trabajo.
Así, Zymergen dijo esta semana que había recaudado US$ 130 millones en su última ronda de captación de fondos. El aporte de capital fue liderado por el gigante de las telecomunicaciones japonesa Softbank. La compañía también agregó dos directores de alto perfil: Steven Chu, ex secretario de Energía, y Deep Nishar, alto ejecutivo de SoftBank.
Otros inversionistas en la ronda fueron Data Collective, True Ventures, AME Cloud Ventures, Draper Fisher Jurvetson, Innovation Endeavors, Obvious Ventures y Two Sigma Ventures. Los nuevos inversores incluyeron a Iconiq Capital, Prelude Ventures y Tao Capital Partners.
Desde el principio, Zymergen utilizó la robótica y el aprendizaje automático (machine learning) para manipular mejor los microbios utilizados en procesos como la fermentación industrial, haciendo más eficientes las operaciones de los clientes. Pero el presidente ejecutivo de la compañía, Joshua Hoffman, dice que esta tecnología ayudará en última instancia en una tarea más importante: la producción de nuevos materiales no restringidos por los límites de la fabricación tradicional a base de petróleo.
Sus componentes principales incluyen la robótica, lo que ayuda a eliminar el error humano, y el aprendizaje automático de las máquinas (machine learning), destinado a ayudar a encontrar patrones más avanzados que podrían conducir a descubrimientos científicos.
"La capacidad humana para comprender y predecir lo que está pasando es muy limitada", dijo Hoffman en una entrevista telefónica. El enfoque de Zymergen, añadió, amplifica el trabajo de los científicos industriales y los deja a ellos en libertad para trabajar desde fuera de los enfoques tradicionales.
Para ilustrar, se refirió a las diferencias entre Yahoo en sus primeros días, cuando dependían de curadores humanos para organizar el contenido web, y Google, que desde el principio se basó en algoritmos complicados para que la búsqueda sea más potente.
Hoffman describió la nueva financiación, a pesar de ser técnicamente una ronda de "serie B", como un equivalente a una ronda de crecimiento de etapa posterior en una empresa más madura. Zymergen, con sede en Emeryville, California, emplea a poco menos de 200 personas. Hoffman se negó a discutir los resultados financieros de la compañía. Solo dijo que estaba generando ingresos y que estaba en camino hacia la rentabilidad.
Tal es la promesa de Zymergen que, en solo cuatro meses, contó con el apoyo de inversionistas de la talla de SoftBank –mejor conocido por su red de telecomunicaciones en el Japón y su control de Sprint en los Estados Unidos– y el Dr. Chu, quien compartió el Premio Nobel de Física en 1997.
"Estamos invirtiendo en Zymergen porque es una empresa de bioingeniería preeminente y líder del mercado", expresó Deep Nishar, de SoftBank, en un comunicado de prensa.
Por otro lado, Chu, quien fue presentado a Zymergen mediante un ex teniente del Departamento de Energía que también conocía a Hoffman, manifestó que el trabajo de esta startup podría ayudar a producir nuevos materiales más allá de los plásticos, ayudando a crear productos más sustentables.
"Si realmente puedes controlar un organismo para producir algo, tu paleta de materiales se amplía en gran medida", comentó en una entrevista telefónica.
Y, agregó en tono de broma, que la compañía estaba aplicando "el aprendizaje automático a otras cosas que difieren de simplemente venderte productos".
Sigue a Michael J. de la Merced en Twitter @m_delamerced.