Chad Bray y Neil Gough
LONDRES.
El viernes pasado, la libra esterlina se desplomó repentinamente en las primeras horas de operación en Asia y luego, rápidamente, recuperó la mayor parte de sus pérdidas, generando desconcierto entre los expertos de intercambio de divisas, pero eso dejó en claro el nerviosismo de los inversores sobre las perspectivas en Gran Bretaña mientras esta se mueve para salir de la Unión Europea.
Al atardecer de ese día, en Londres, la libra se mantuvo aproximadamente 1,2 por ciento más débil en comparación con el dólar. Mientras que una caída de ese nivel es más que llamativo para una moneda importante, eso no era nada en comparación con la inesperada caída de la libra en más del 6 por ciento –en un lapso de minutos– en los mercados asiáticos, a primera hora del día.
Una caída repentina como la que hubo el viernes a menudo se la llama de caída relámpago y, a veces, es causada por operaciones automáticas o una simple pulsación de tecla fuera de lugar, un error de un dedo demasiado grueso al presionar una tecla –fat finger error–, como se lo conoce en el terreno de operaciones financieras. En el caso de la caída de la libra en Asia, donde también se la conoce como esterlina, los expertos dijeron que no podían identificar una única causa.
El Banco de Inglaterra dijo más tarde ese viernes que Mark J. Carney, gobernador del banco central, había solicitado al Comité de Mercados del Banco de Pagos Internacionales para investigar "los acontecimientos que rodearon a la caída relámpago de la libra esterlina en el comercio asiático".
El Comité de Mercados está integrado por altos funcionarios encargados de las operaciones de mercado en 21 bancos centrales de todo el mundo. El propio banco central, sin embargo, puede tener poca autonomía para actuar, porque el comercio de divisas extranjeras está ligeramente regulado.
Pero, dentro de todo, los analistas apuntaban a un área general de malestar: la votación de junio último en Gran Bretaña en el referéndum para salir o no de la Unión Europea, un movimiento conocido como Brexit y que se impuso por mayoría simple.
"La profundidad de la caída y la velocidad de la recuperación apuntan a que la causa fue un algoritmo de negociación, quizás exacerbado por el error de algún operador", dijo Daniel Morris, estratega de inversión en BNP Paribas Investment Partners.
"Sin embargo", añadió, "los argumentos estuvieron empujando la libra hacia abajo".
La libra, en comparación con el dólar, está casi un 17 por ciento arriba, desde el referéndum del 23 de junio y se negocia a su nivel más bajo desde mediados de la década de 1980.
"La libra esterlina ha estado bajo presión persistente durante un mes", expresó Alvin T. Tan, del Société Générale, el banco francés.
Y ciertamente la libra ha estado bajo presión significativa esta semana después de que Theresa May, la primera ministra británica, dijera el domingo, al inicio de la convención anual del gobernante Partido Conservador, que Gran Bretaña iniciaría negociaciones formales en marzo próximo para salir del bloque de la UE.
May y otros líderes conservadores han señalado que Gran Bretaña podría ser llevada hacia un llamado Brexit duro, con pocas concesiones sobre el comercio y la migración.
Una de las principales prioridades en las negociaciones sobre la retirada será el poder de Gran Bretaña para controlar la inmigración y evitar normas de la Unión Europea que permiten el movimiento y establecimiento de personas a través de fronteras nacionales. Esa postura ha irritado a algunos líderes empresariales que temen una pérdida en el acceso al mercado único de Europa con aranceles libres.
Los inversores están cada vez más nerviosos.
"Muchos inversores, al parecer, estaban esperando una definición por parte del gobierno sobre a qué tipo de Brexit se daría prioridad y muchos, presumiblemente, estaban esperando un Brexit más suave, uno que minimice el daño económico a largo plazo", dijo Paul Meggyesi, un analista de investigación de JP Morgan Chase, en una nota dirigida a sus clientes.
"Pero esas esperanzas se desvanecieron en la conferencia del partido conservador del fin de semana pasado y no es irracional atribuir la posterior caída de 4 por ciento en la libra debido a que algunos de estos inversores comenzaron a recolocar sus inversiones", añadió.
El viernes, los expertos también citaron un informe del Financial Times tras un discurso pronunciado el jueves por el presidente francés François Hollande, en el que dijo que los funcionarios de la Unión Europea deben adoptar una postura dura en la negociación con Gran Bretaña.
Los analistas también identificaron otros factores. El comercio en Asia ha sido más liviano de lo habitual, ya que China se acerca al final de una semana de vacaciones y Hong Kong comienza las suyas. Incluso en circunstancias normales, el comercio de divisas es a menudo más ligero en Asia que en Europa o Estados Unidos.
Otras razones para las pocas negociaciones –que a menudo lleva a movimientos exagerados– incluyen cierta precaución antes del informe mensual sobre el crecimiento de puestos de trabajo en los Estados Unidos que se publicó más tarde el viernes.
Siga a Chad Bray @Chadbray y Neil Gough @n_gough en Twitter. Chad Bray informó desde Londres y Neil Gough desde Hong Kong.