Por Gisella Lefebvre
miembro de junta directiva ADEC
En muchas empresas persiste la creencia de que en la misma se cumplen los Derechos de la Niñez y la Adolescencia con solo no contratar menores de edad en su plantel de trabajadores.
La falta de información sobre la temática constituye un gran obstáculo para que desde el sector privado se puedan promover efectivamente los derechos de esta población tan vulnerable y de la cual depende el futuro de nuestro país.
En efecto, la erradicación del trabajo infantil es una necesidad que requiere medidas urgentes, pero es igualmente necesario que los demás derechos también sean atendidos con acciones directas desde el espacio empresarial.
Aquí algunas ideas:
-Con los padres y madres trabajadores: disponer de un librero con textos sobre cuidados prenatales, sobre salud sexual y reproductiva; dictar charlas sobre lactancia materna y derechos de la niñez; difundir en los medios internos de comunicación información sobre maternidad/paternidad responsable; establecer sistemas de canje de horarios para que puedan acompañar las actividades de sus hijos o llevarlos al médico.
-Con los hijos de los trabajadores y adolescentes de la comunidad: implementar programas de pasantías para estudiantes secundarios; impulsar actividades de formación en valores y promover el emprendedurismo; dictar charlas sobre consumo de drogas, tabaco, alcohol, embarazo juvenil, etc. Además, habilitar espacios para que puedan visitar el lugar donde trabajan sus padres.
-En las instalaciones de la empresa: garantizar que los espacios de trabajo sean seguros para los padres y no pongan en riesgo su integridad física y psicológica, ni su salud.
-En la publicidad de los productos o servicios: incluir valores como la familia, la unidad, el diálogo, la buena alimentación, el respeto, el cuidado del ambiente, etc.
-Con los proveedores: establecer mecanismos de control para garantizar que su acción no ponga en riesgo la gestión y reputación de la empresa.
Todas estas iniciativas trascienden el cumplimiento de la ley, están más allá de la misma buscando sumar a la dignificación y calidad del trabajo de los padres. Su puesta en práctica no hará más que generar un intercambio de beneficios entre las partes, donde la empresa tendrá no solo trabajadores más productivos sino también más comprometidos y los padres mejores familias.
Como podrá notarse hasta aquí, la promoción de los Derechos de la Niñez y la Adolescencia desde las empresas tiene varios focos de actuación y todos ellos están en línea con la propia gestión del negocio.
¿Costos? Siempre hay algunos implicados. Sin embargo, varias de las acciones planteadas pueden ser desarrolladas en reemplazo de otras que probablemente la empresa ya realiza. Cuando hablamos de Responsabilidad Social no planteamos a las empresas que hagan algo diferente a su actividad normal, sino que la realicen de manera diferente.