"Aborto, maternidad forzada y Derechos Humanos" se denominó un panel que se realizó en el Hotel del Paraguay, en el marco de la "Campaña del 28 de Setiembre, día por la Despenalización del aborto en América Latina y el Caribe", que se conmemora cada año desde 1990.

En la conferencia, Line Bareiro explicó las recomendaciones que la Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer (Cedaw) realizó a Paraguay.

En el año 2005, el Comité reiteró la recomendación formulada en anteriores observaciones finales y exhortó al Estado parte a que actuara sin dilación y adoptara medidas para resolver la elevada tasa de mortalidad materna y para impedir que las mujeres tuvieran que recurrir a abortos peligrosos. Se logró la reducción de la muerte materna, sin embargo Paraguay sigue siendo uno de los países con más alta tasa de mortalidad.

Mirta Moragas, refirió a las recomendaciones que recibió Paraguay en el caso de la niña Mainumby y explicó la necesidad de un debate jurídico relevante en un contexto de Estado de Derecho que se reconoce como laico.

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Noma Graciela Chiapparrone, de Argentina, refirió a la legislación comparada y a algunos conceptos jurídicos que vinculan la maternidad forzada con la tortura. Ella es autora de la publicación "La maternidad forzada como tortura. Una aproximación desde el análisis del caso de Mainumby", y también ex secretaria de la Asociación Argentina de Mujeres de Carreras Jurídicas y de la Federación Internacional de Mujeres de Carreras Jurídicas.

La disertante propuso entender como tortura obligar a una niña embarazada como producto de abuso sexual a dar a luz al niño que lleva en el vientre.

Del encuentro también participaron personas religiosas que expusieron sus puntos de vistas.

Ester Leiva, dirigente campesina, expresó la importancia de discutir el aborto en Paraguay, ya que son las mujeres campesinas y las mujeres de los asentamientos alrededor de las ciudades las que mueren abortando. "Las ricas tienen posibilidades, se van a una clínica privada y salvan sus vidas. Las mujeres pobres, mueren o van a la cárcel", dijo en guaraní.

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