Por Martín Villagra

Néstor Camacho apareció como el salvador del único puntero Guaraní, que ayer sufrió en Dos Bocas. El aurinegro tiene sus méritos, pero extremó recursos para dejar todos los puntos en casa e hilar la séptima victoria seguida en coincidencia con la llegada del técnico argentino Daniel Garnero.

General Caballero complicó, peleó con uñas y dientes. Su gran pecado fue perdonar cuando tuvo acciones claras para rematar el partido. El golero aurinegro Alfredo Aguilar tuvo un par de tapadas mano a mano. Al final, el Rojo terminó resignándose sin nada, además desdibujado por la expulsión del volante Hernesto Caballero tras doble amonestación.

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La gran polémica se desató a poco del segundo tiempo con el gol del empate de Néstor Camacho, quien anotó ligeramente en posición fuera de juego tras concluir una habilitación de Nery Cardozo.

En lo último del primer tiempo, Mathías Espinoza había sorprendido e instaló más quebranto en la toldería cuando adelantó a los visitantes con un golazo de remate cruzado.

Fueron 45 minutos de mucha confusión para el Legendario, que sufrió los embates de un rival que creó zozobra con los arranques de Osmar Leguizamón, más el empuje de Richard Franco y el propio Mathías Espinoza. Con velocidad, buenos toques y rotación, General Caballero se puso en ventaja.

En el inicio del complemento, Guaraní cambió de actitud y salió con todo. Se levantó con el tanto del empate de Néstor Camacho. Acto seguido, General Caballero bajó la guardia cuando de inmediato perdió al volante de marca Hernesto Caballero, fundamental en su estructura.

El zurdazo de Camacho puso a Guaraní en ventaja y reavivó la fiesta. Fue un golazo. A partir de ahí, el local se cuidó mejor, pudo anotar más goles de contragolpe a través del mismo Camacho, Nery Cardozo y Alex Cáceres.

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