Desde el lunes pasado unas 800 personas con factores de riesgo y complicaciones cardiacas, en su mayoría de escasos recursos económicos, fueron atendidas por especialistas en Cardiología. La semana del corazón culminó ayer viernes, con consultas, chequeos de signos vitales, electrocardiogramas, toma de presión, control de glicemia en forma totalmente gratis. Estudios más avanzados tuvieron aranceles preferenciales con descuentos del 50%, dependiendo de la complejidad de los casos clínicos.

El doctor Alberto Lovera, jefe de la Unidad Coronaria del Hospital del Área 2 manifestó que la campaña superó por lejos todas las expectativas previstas, inclusive dos pacientes con cardiopatías graves tuvieron que ser internados al descompensarse durante la espera de los turnos.

"En principio, nuestra jornada consistía en captar pacientes con factores de riesgo, pero también llegaban hasta el nosocomio enfermos reales, patologías graves que nunca tuvieron atención médica. Eso provocó que rebasase nuestra capacidad operativa, sin embargo atendimos a todos", precisó.

Ante la gran cantidad de pacientes, la Fundación Tesãi facilitó la tarea y pidió que a fin de evitar aglomeraciones innecesarias que demanden mucho tiempo de espera, la prioridad para las atenciones eran las personas de la tercera edad y abuelitos. "Estuvo dirigido a personas con riesgo cardiaco, presión arterial alta, diabetes y sobrepeso. Adicionalmente también hicimos laboratorio y ecocardiograma. Los mismos tuvieron un descuento del 50%", manifestó el Dr. Francisco Ruiz Díaz, cardiólogo.

"Esto es demasiado grande. Hay tanta necesidad. Los pobres no podemos acceder a estos servicios. Lo que están haciendo Itaipú y Tesãi no tiene precio. En mi caso, estoy viniendo de Minga Guazú", refirió.

"Una atención espectacular, el trato de los doctores, el personal de blanco. Hay que tener un poco de paciencia nomás ya que hay mucha gente. Pero se nota que hay empeño y voluntad para atender a todos.

Los estudios que me hicieron a mí fueron totalmente gratis", sostuvo la mujer de 65 años de edad.

Dijo que ella sufre de hipertensión arterial y que vive en la zona rural de su comunidad, con poco acceso a servicios especializados.

"Me levanté muy temprano. Vengo de la campaña. Sufro de hipertensión arterial. Nunca pude hacerme estudios porque soy pobre, ahora ya me atendieron y me voy muy feliz. Dios quiso que venga, así como también mis parientes para consultar", expresó la abuela.