El daño ambiental en la franja de protección de Itaipu binacional quedó constatada este jueves, durante la verificación in situ realizada por representantes mencionados más arriba. Se detectó el aumento de familias campesinas que se asientan dentro de la propiedad, realizando plantaciones masivas en detrimento de los bosques.

Se observó, igualmente, graves atropellos cometidos hacia la propiedad de la binacional por parte de los ocupantes precarios. Añejos árboles de especies nativas fueron talados para la extracción de madera, provocando una gran deforestación y el aumento de la incursión del poblado al interior de la zona de protección de Itaipú.

"Lastimosamente vemos que los propios vecinos están depredando los bosques. Vamos a analizar qué acciones tomar, teniendo en cuenta el impacto social que podría tener, porque hay una comunidad mediana en las cercanías", manifestó Dionicio Velázquez Giménez, jefe del Departamento de Patrimonio Inmobiliario.

Antonio Lomaquis, jefe del Departamento de Embalse y Áreas Protegidas, sostuvo que es preocupante la extracción continua de maderas de los bosques, comprendidos en la poligonal envolvente de Itaipu, lo que constituye -según dijo- un grave daño ambiental.

"Siempre se constata nuevas extracciones, la mayoría de ellas de especies nativas de gran porte y valor comercial. Vemos que estas especies, hoy en día, ya están disminuyendo a orillas del asentamiento debido a la tala sistemática e indiscriminada", indicó.

Añadió que la idea, a partir de este trabajo, es contar con el acompañamiento permanente de la Dirección Jurídica, para garantizar el trabajo de la guardia forestal, según un informe de la binacional.

Por su parte, Carlos Flores, jefe de la División de Áreas Protegidas, resaltó que esta presencia masiva en el lugar es la muestra del interés que tiene la Binacional de preservar su franja de protección, y de ir recuperando las áreas que han sido perjudicadas por graves delitos ambientales.

Los mojones que delimitaban la propiedad de Itaipú fueron arrancados por los moradores del asentamiento con el correr de los años. Ante esta situación, la División de Apoyo Operacional realizó un trabajo de georeferenciamiento, para identificar los vértices y replantear los mojones.

Con la utilización de un equipo GMSS, que permite una precisión milimétrica, se ubicó el límite, respetando los datos establecidos en la mensura judicial aprobada el 18 de agosto de 1986, que establecía la unificación de todos los títulos que fueron adquiridos por la entidad, por Ley de Expropiación de la época.

"Lo que estamos haciendo es replantear esos mojones que fueron derribados por los vecinos, quienes hacen cultivos a gran escala y con sus maquinarias van echando los mojones que establecen los límites de la propiedad", explicó Víctor Montiel, responsable del trabajo.

Asimismo, a partir de un sobrevuelo con un drone, se captaron imágenes actualizadas de todo el entorno del lugar. Esto permite definir con exactitud las áreas afectadas por la invasión, datos que ya quedaron a disposición de la Dirección Jurídica para las acciones pertinentes.